viernes, 9 de agosto de 2024

ASÍ SOMOS

 
 
Mis amigos y yo volvimos a cenar anoche y a demostrar que podemos ser diferentes y seguir juntos. Despedíamos a mi ahijada -bonito nombre éste, nunca dicho suficientemente, sobre todo los que no tenemos hijos-, comimos bien (en el libanés, apuesta siempre segura), conversamos, nos reímos y hubo tiempo también para la discusión sana, sin apasionamiento. De hecho el tema político suscitó hasta buen rollo. Sí, aunque parezca mentira. Hubo tiempo hasta para comentar el bochornoso espectáculo de Puigdemont, la bofetada sin manos de Illa y, como hubiera dicho Tip y Coll, del gobierno.
Mi visión de la vida la conocen todos, la comparten uno y otros menos o nada, pero he ahí el encanto del asunto; ¿qué sería de nosotros si todos pensáramos igual?
El mundo se derechiza en nuestra era de Acuario, nos quedan unos dos mil años más par revertir esto, o no, a saber. Ya he escrito en anteriores ocasiones que el futuro no existe, el futuro es hoy.  Quiero pensar, y así lo hago tras un trabajo importante, que todos, todos, de un lado o de otro, buscamos el mismo fin, felicidad y justicia. ¡Qué bonito! y qué cursi, no lo hubiera dicho mejor una miss en un concurso de belleza de la América profunda. Pues sí, reivindico la búsqueda de la felicidad y la justicia, siempre Proust en mi cabeza.
Volviendo a la política patria, la derecha y la izquierda es lo mismo, se repite, sólo varían las personas que son las que la cagan. Aznar el peor presidente, no, Zapatero, ¿Pedro Sánchez? Así continuamos debatiendo tremenda profundidad para terminar con nadadores guapos, tenistas, moros y cristianos, el inefable pechopaloma y paredones.
La economía el el metrónomo del mundo, OK; las tendencias políticas poco importan ya, el paso lo da el euro, el dólar, el yen, la libra; antes Merkel, ahora Úrsula.posiciones políticas. Vale, bien, puede ser, pero no. No.
Sí, sigue habiendo diferencia entre las políticas de izquierda o de derechas. Si de economía poco o nada puedo hablar, importándome ésta proporcionalmente a mi ignorancia sobre el tema, sí hablaré de los derechos de los animales o de las minorías. Si lo piensan objetivamente, o b j e t i v a m e n t e, ¿la derecha debatiría un tema como el derecho de los grandes simios? Cada uno que se conteste internamente.
Recuerdo que cuando el asunto del rey emérito en Botswana, un amigo cercano, prócer del PP chicharrero, defendió a Juan Carlos con una frase que pasará a la (mi) Historia: pero Jose, estamos hablando ¡de un elefante!  
Si todo va bien seguiremos cenando porque cualquier disculpa es buena. Continuaremos viendo crecer a nuestros ahijados e hijos, viendo como envejecemos nosotros, comiendo la exquisita coliflor libanesa y, entre un plato y otro, tendremos también tiempo para discutir sanamente de política y hasta soltar alguna majadería sin cortarnos un pelo. Cada cual sacará sus conclusiones, pondrá en la balanza lo que quiera o pueda, y seguiremos a otra cosa mariposa.
Por la mañana trabajaremos por un sueldo y disfrutaremos de la vida, así como somos. Diferentes.

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