lunes, 22 de abril de 2024

UN DOMINGO INTENSO


Tras la resaca de la manifestación en las islas para luchar contra el modelo turístico y las elecciones en el País Vasco donde reina la normalidad, empieza este lunes después de haberme despertado con dolor de cabeza, posiblemente debido a falta de sueño, aunque anoche me acostara relativamente temprano. Dormí mal, volvieron las pesadillas vívidas y el despertador me sacó del sueño a las 4:30 como un jarro de agua fría. Ya en pie: un café (toalla sobre la Nespresso para no hacer ruido), un analgésico y al trabajo. Feliz con mi nuevo teclado para gamers y más, si cabe, al descubrir una tecla con la que apagar las luces de colores. Lo primero que he hecho, como cada día, es escribir la pequeña lista de los expedientes urgentes por informar.
Ayer domingo travesía en barco por la mañana, Agaete→Santa Cruz de Tenerife -un viaje fantástico, la mar en calma-, cumpleaños de mi amigobro y vuelta a Gran Canaria en el vuelo de las 20h; el aeropuerto estaba de bote en bote y el avión no iba a ser de otra manera, completo. Yo volaba con asiento de pasillo y, a mi izquierda, mi compañero de asiento tenía la necesidad de hablar con su madre, sentado al otro lado, por lo que estuve la media hora del vuelo en medio de una conversación hijo-madre, bastante insulsa, todo sea dicho.  Ya en casa, ducha, cena frugal y a la cama para volver a repetir el día de la marmota: hoy.
Teletrabajo. Experiencia sin atención al público, sin aquelarre, sin puñaladas, sin compañeros tóxicos. Todo ventajas mientras lo aguante. "Yo ya me podría jubilar", me decía mi amino N ayer, pero voy a esperar, al menos, dos años. Pues yo me jubilaba ya mismo si pudiera, firmo ahora (y afirmo).

Cine de sábado por la noche, esta vez vimos "Civil War". Una película muy bien rodada y dura, mucho. Nunca debemos dar por hecho lo que hemos conseguido hasta ahora, nada es eterno, nada es seguro. O sí, al menos hasta que deja de serlo.

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