miércoles, 3 de abril de 2024

JOSÉ-FÉLIX

A José-Félix lo conocí hace muchos años, mi padre le tenía mucho cariño y yo, como no podía ser de otra manera ante una persona tan cercana, le profesaba la misma admiración. Sobrino nieto de José Enrique Marrero regalado e hijo de Félix Sáenz Marrero, casi nada.
Con su hija Cristina, también arquitecto, coincidí profesionalmente en una de las obras municipales donde acabo siempre metido por una cosa u otra. 
Nos dejó José-Félix y con él se va apagando toda una generación de nuestros queridos arquitectos canarios. Ley de vida, aunque no menos triste.

En memoria del arquitecto José Félix Sáenz-Marrero Fernández
Juan Carlos Díaz Lorenzo, 18.03.2024

En el tiempo en que mantuvimos amistad y contacto asiduo, condicionado por los vaivenes de su salud, José Félix Sáenz-Marrero Fernández (1949-2024) y quien suscribe hablamos con frecuencia de arquitectura y de la figura de su tío abuelo, el genial arquitecto tinerfeño José Enrique Marrero Regalado y de su padre Félix Sáenz Marrero, dos de los grandes protagonistas de su tiempo.

Ahora nos llega la triste noticia de su partida terrenal, después de una larga y dilatada lucha titánica y, como bien dice Iris Prieto, todo un ejemplo de fortaleza y vitalidad.

José Félix Sáenz-Marrero Fernández se ha ido pronto, cuando aún le quedaba mucho que aportar y disfrutar de su familia, de sus amigos, de su Isla y de su gran pasión que se hizo carrera y profesión. Además de arquitecto de consolidada vocación, diversificaba su capacidad como conferenciante, escritor, poeta y dibujante y recordamos la presentación de su libro “Pirámides de aire”, en el Real Casino de Tenerife, allá por diciembre de 2014.

Continuador en tercera generación, entre 1976 y 2009, de la saga de arquitectos del Estudio Marrero —hoy liderado por su hija Cristina—, José Félix deja un legado interesante, en una etapa en la que aportó frescura, sensibilidad y creatividad, características propias de su carácter inquieto e innovador, formalizando la firma profesional que hoy conocemos. Entre otras etapas de su vida hemos de mencionar la dirección del Laboratorio del Instituto Nacional para la Calidad de la Edificación (INCE), entre 1978 y 1984, en Santa Cruz de Tenerife.

Desde entonces, Estudio Marrero ha proyectado la imagen del trabajo con el propósito de construir un mundo más sostenible y más accesible para todos. Obedece al criterio de imaginarse un futuro con una arquitectura de gran belleza y al mismo que pase desapercibida por su accesibilidad, funcionalidad, eficiencia y su condición saludable.

Descanse en paz.

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