10°, hoy he subido en moto a La Esperanza a pesar del frío. Pudo más la necesidad de bajar a S/C después de trabajar y la imposibilidad de encontrar aparcamiento en el centro.
Me descubro con la mirada fija en la sucesión de vasos de cristal -de esos de "cortado largo", que no son ni muy grandes ni muy pequeños- sobre la barra interna del bar, cortado calentito entre mis manos, mientras escucho absorto la radio, la COPE. Escuchando el monotema de estos días, el dichoso caso Koldo, me vino a la cabeza César y Pompeya ...no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo, y en ese momento también una arcada. Náusea: Vomitar o trasbocar fuerza los contenidos del estómago a subir a través del esófago y salir por la boca (W).
Aterriza un marciano que desconoce la vida en la Tierra, particularmente en España ¡España! Escucha la radio y llega rápidamente a una conclusión: el devenir de los terrícolas pasa por Trump y el súper martes, por Koldo y el inefable Puigdemont, que como el reloj de Manolo Vieira, un día sí, un día no.
En España no hay problemas, ninguno. No hay paro, no hay inflación, no hay pobreza, no hay falta de vivienda, no hay delincuencia, no hay precariedad laboral, ni sueldos bajos, ni pantanos vacíos, ni cambio climático, ni precios altos, ni hipotecas impagables, ni usureros, ni falta de residencias para mayores, ni guarderías, ni homofobia, ni violencia de género, ni maltrato animal, ni tauromaquia, ni futuro para la juventud, ni, ni, ni. Nada, no hay problemas, todo es una balsa de aceite. Salvo, claro está, la execrable política que sólo se mira a ella misma, la detestable y ubicua corrupción que todo lo emponzoña. Escuchando la radio parecería que, salvo Armengol, Koldo y sus secuaces, sin olvidar a Puigde y su pelo imposible, no ocurre nada digno de preocupación. ¡Váyase señora Armengol!, pues váyase. ¿Qué está usted limpia como una patena? No lo dudo, pero ¡ah!, estaba en el lugar equivocado en el momento preciso. Una pena.
La mujer del César, la mano en el fuego, sabio refranero. Debemos esperar políticos limpios, transparentes y que no sólo lo sean sino que lo parezcan. Para ello también necesitamos una oposición política que se preocupe más por los problemas del ciudadano y menos por encontrar la paja en el ojo (partido que gobierna) ajeno. Y no nos engañemos, hoy es el PP el majadero (y mira que es majadero), pero ayer lo fue el PSOE. Tal cual. Y tú más.
¿Me da pena de Ábalos, de Armengol? No, ganan una pasta, tienen poder, manejan (o lo han hecho) el país. Por esto no sólo tienen que ser honrados sino parecerlo y, además, tener buen ojo para la gente de la que se rodean. 2+2, nada más simple. ¿Te fías de él, de ella? A muerte entonces, pero si salen ranas... ¡a llorar a Jerusalén!, que hubiera dicho la Bim Bam Bum.
Asqueado estoy, de Koldo, de la oposición, del Gobierno, de los periodistas, de la política. Yo, como Doña Paca, no tengo ganas de ná.
Y esta mañana ni música.
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