lunes, 12 de febrero de 2024

HIPOCRESÍA SUPERLATIVA


Para empezar, veamos qué definición da Wikipedia al concepto GUERRA: 
La guerra, estrictamente hablando, es aquel conflicto social en el que dos o más grupos humanos relativamente masivos —principalmente tribus, sociedades o naciones— se enfrentan de manera violenta, generalmente mediante el uso de armas de toda índole, a menudo con resultado de muerte —individual o colectiva— y daños materiales de una entidad considerable. La guerra es la forma de conflicto sociopolítico más grave entre dos o más grupos humanos. Se da tanto en sociedades tribales como en civilizadas, pero es más grave entre estas últimas ya que son más complejas, masificadas y tecnificadas. Es quizás la más antigua de las relaciones internacionales y ya en el comienzo de las civilizaciones se constata el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados con el propósito de controlar recursos naturales o humanos (conflictos entre cazadores nómadas y recolectores sedentarios que sí desarrollaron el concepto de propiedad), exigir un desarme o imponer algún tipo de tributo, ideología, nacionalidad o religión, sometiendo, despojando y, en su caso, destruyendo al enemigo. Es más, este tipo de conducta gregaria es extensible a la mayor parte de los homínidos​ y se encuentra estrechamente relacionado con el concepto etológico de territorialidad. Las guerras tienen como origen múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas, ideológicas, territoriales (por cuestiones históricas y estratégicas), religiosas, etc. (muchas veces una combinación de causas).
¿Qué es la guerra entonces? Aquello que saca lo peor del ser humano, lo que nos convierte en animales (más que en animales, en bestias), lo que nos nubla el raciocinio, la maldad en estado puro. Pero, ¿y nos extrañamos de las noticias que leemos cada día en la prensa, sea la que sea? Ahora, que la guerra se retransmite en directo y que llegamos a saber al minuto cuántos han muerto en ésta o aquella incursión, que vemos las imágenes de los muertos y de los que han sobrevivido, nos echamos las manos a la cabeza cuando leemos titulares como el de hoy en todas las noticias del mundo: "Israel rescata a dos rehenes en Gaza y la operación deja al menos 67 muertos. El ejército admite una intensa potencia de fuego para llevar a cabo el complejo operativo en el corazón de la ciudad de Rafah".

El cine nos ha absorbido el cerebro, quizá aún esperamos leer que el ejército de Israel ha liberado a todos los rehenes y que las bajas han sido 0 Killed, como en la Guerra de Secesión. Se sabe hasta el número de muertos que ha dejado la operación, ¿habrá, de verdad, alguien que los vaya contando?
La hipocresía planetaria llega a ser superlativa, Israel asesina, ¡pobres palestinos! 
¿Cómo no sufrir por los civiles palestinos? ¡Por supuesto! Ojalá el mundo fuera justo y las guerras, como las enfermedades y los terremotos y los volcanes y los tsunamis y los... sólo afectaran a los hijos de puta, pero el mundo de mierda en el que vivimos es así.

1. Ojalá Hamás devuelva a los rehenes sanos y salvos.
2. Ojalá se termine la guerra de una vez.
3. Ojalá pueda existir Palestina como un Estado libre.
4. ¡Ojalá!

Mientras dure la guerra, desgraciadamente, seguirán muriendo inocentes, así funciona esta aberración que sólo el ser humano ha sido capaz de crear. Judíos, palestinos, turcos, kurdos, blancos, negros, amarillos, más amarillos, azules o rojos. La Historia está escrita desde hace muchos siglos y, los terroristas son terroristas, se llamen como se llamen, aunque tengan a los periódicos o a la opinión pública de su parte. Los seres humanos, tantas veces, somos pura basura. 
«La cultura occidental está viciada desde su origen. Su error, el más pertinaz y peligroso de todos, consiste en instaurar la racionalidad a toda costa».
El ocaso de los ídolos. Nietzsche

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