domingo, 3 de diciembre de 2023

MIRAR


Carlos A. Schwartz: detener el tiempo, visitar una imagen
El arquitecto y fotógrafo muestra en el Real Casino de Tenerife ‘Mirar’, una exposición conformada por 17 (+1) imágenes.
Santiago Toste. 3-12-2023
https://diariodeavisos.elespanol.com/2023/12/carlos-a-schwartz-detener-el-tiempo-visitar-una-imagen/

Carlos A. Schwartz (Santa Cruz de Tenerife, 1942) plantea un juego a quien visita Mirar, la exposición de fotografías que muestra en el Real Casino de Tenerife hasta el día 14 de este mes de diciembre. En el cartel que ilustra la propuesta que se exhibe en la capital tinerfeña hay una imagen, titulada Niña de Tamaimo, que el arquitecto y fotógrafo tomó en 1976. Esto es, hace algo más de 47 años. Sin embargo, el proyecto expositivo consta de otras 17 fotografías, que reflejan la mirada del artista sobre la isla de El Hierro. 
“A esta niña, hoy una mujer, he intentado fotografiarla de nuevo”, explica en una charla con DIARIO DE AVISOS. “Me parecía que resultaba interesante volver a retratarla pasados los años. Incluso llegué hasta la puerta de entrada de la que entonces era su casa, pero esa puerta no se abrió. Ahora, sin embargo, estoy convencido de que ha sido mejor no reencontrarme con ella, porque, de alguna manera, esa fotografía simboliza el tiempo detenido”.

‘ITINERARIOS’
Las imágenes de El Hierro forman parte de un proyecto de largo recorrido, Itinerarios, que Carlos A. Schwartz desarrolla desde hace muchos años y que hasta la fecha se ha plasmado en tres libros, dedicados a Fuerteventura, Lanzarote y, hace cerca de un decenio, la Isla del Meridiano. “La idea es recorrer el Archipiélago, incluyendo San Borondón -comenta con una sonrisa-, pero debo ir más rápido, porque, al ritmo que voy ahora mismo, no lo termino”.


¿Y cuál es el vínculo entre esa niña de Tamaimo y las imágenes herreñas? No existe. O puede que sí, que esté ante nuestros ojos o, para ser más precisos, que tenga que ver con la actividad esencial que nuestros ojos desarrollan. “Tratamos siempre de clasificar, de crear o de acomodarnos a géneros -argumenta Schwartz-, y, en ese sentido, Niña de Tamaimo no está relacionada con el título de la exposición y menos aún con las fotografías de El Hierro. Son cosas en apariencia totalmente independientes”. “No obstante, una de las definiciones de la fotografía puede ser la capacidad de observar el mundo y registrarlo. De manera que esa imagen supuestamente no tiene nada que ver con las 17 restantes, pero en realidad todas hablan de lo mismo: de la mirada”.

EL TERRITORIO DE LA LIBERTAD
Schwartz confiesa que hoy encuentra más atractiva la fotografía que su otra vocación y desempeño, la arquitectura. “La profesión se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en algo arduo, pesado, burocrático. El lado creativo y apasionante de la arquitectura es casi marginal, lo cual, a estas alturas de la vida, me resulta poco interesante”, afirma.
“En cambio, con la fotografía siento un entusiasmo casi diría que juvenil. La fotografía es un terreno de absoluta libertad. No tengo que dar cuentas a nadie, es una manera de estar conmigo mismo. Es moverme en soledad por la Isla, por las Islas; es una especie de meditación, de tiempo creativo… Es descubrir o redescubrir lugares en los que tu propia experiencia nunca es igual… Es asistir a los cambios que ejerce el tiempo en esos sitios”, describe Carlos A. Schwartz.


A esa inquietud, a ese entusiasmo, responden las fotos herreñas: “Los fines de semana me olvido del trabajo rutinario para perderme, por ejemplo, por Tenerife. Uno de los sitios que recorro con frecuencia es el sur de la Isla, que ejerce una fuerte fascinación en mí, relacionada con la memoria. Fui a El Médano desde niño, cuando no había autopista y se tardaba tres horas en realizar el viaje. Junto a Arturo Maccanti (Las Palmas de Gran Canaria, 1934-La Laguna, 2014) publiqué Libro del Sur (2003), que recorre todo ese itinerario desde Santa Cruz hasta más allá de El Médano. De hecho, creo que mi primer recuerdo está en El Médano, en el camino que llevaba hasta El Médano”.
Itinerarios y, por tanto, las obras que se pueden contemplar en el Real Casino de Tenerife, responden a ese mismo planteamiento, a esa voluntad de registrar momentos significativos que están ante nosotros, “o que se convierten en significativos cuando pasan a ser una imagen”.
“Esta serie, Itinerarios -explica su autor-, pretende buscar lo que es más genuino de cada isla. Hallar la isla menos agredida por la evolución de las cosas, por la ocupación del territorio por parte de las personas y las actividades”. “Aunque, al mismo tiempo, no pretendo hacer una fotografía pura, alejada de la realidad. Me interesa el paisaje, pero que se note de alguna forma que ahí hay una intervención humana, y registrarla, no siempre de una manera crítica. Considero que uno de los valores de la fotografía -concluye Carlos A. Schwartz- es justo su ambigüedad”.

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