Y TÚ MÁS

Me acerco ayer a poner gasolina al coche para adentrarme en La Laguna a dejar el ordenador en su taller amigo -amigo el taller, amigo el informático y amigo su perro, Sendero- y me encuentro con vecinos apostados en los márgenes de la carretera hacia Agua García mirando las chimeneas de humo sobre las laderas de la zona. Luego, en la gasolinera, comentaban el estado del incendio, despotricaban de los políticos o alababan a los bomberos. Más tarde, hablando con G, el informático, poníamos sobre la mesa, entre ventiladores polvorosos y veloces discos duros futuros, todo lo que se comentaba sobre el incendio, bulos y conspiraciones incluidas, para terminar comentando el asunto incomprensible de Puerto Naos en La Palma, aún cerrado cual pueblo zombie de película americana.

Así nos va la vida, malviviéndola porque no cabe otra, viendo cómo vamos matando nuestro planeta, inmersos entre bulos y majaderías todas, oliendo a humo. Felices, unos, por la visita solidaria de Pedro Sánchez (solidaridad=dinero); enfadados otros por lo mismo. ¿Te veo en mala forma? Y tú más.

Si viene, porque viene; si no viene, porque no viene. Más que con esto de la inteligencia artificial, ¿por qué no intentamos potencial la natural?

El incendio se apagará (crucemos los dedos para que sea pronto), escucharemos y leeremos durante un tiempo las buenas intenciones de los políticos, los planespanacea, los hidroaviones que se quedan o se van, lo bien que lo han hecho unos y lo malos malísimos que han sido los demás, y bla bla bla, para terminar hablando de los viajes de Tamara, del descuartizador de Tailandia (me dicen que La 1 emite de nuevo una serie de Rodolfo Sancho, ¡viva el morbo cañí!) o de la gran afluencia de turistas que tenemos en Canarias, batiendo todos los récords que se conocen, igual que las maquinillas de afeitar que, no se sabe cómo, pero cada vez tienen algo que las mejora.

Atrás habrán quedado los pinos quemados, las abejas muertas, los pájaros, pequeños animales y grandes, insectos, plantas y arbustos y el corazón del bosque consumido por el fuego.