lunes, 28 de agosto de 2023

¡DE UN ELEFANTE!


En una semana puede pasar de todo, y de hecho termina pasando; si no ésta, la siguiente. Ahora, como el umbral del dolor, el nivel de afectación (y de afección) será más o menos grave según de quién se trate, salvo lo inevitable o lo que no tenga billete de vuelta. Las personas somos un mundo en sí mismo, no descubro nada nuevo, pero muchas veces me sigue sorprendiendo mi capacidad de asombro a estas alturas, convertido en un cínico ingenuo, si es que esta combinación se puede considerar.
Me encanta esa expresión que usamos aquí: el andar de la perrita. Uno lo ve, lo reconoce, lo escruta, lo asimila, suma 2+2 y aún así es capaz de pensar ¿y si me equivoco?
Desvarío, sí, lo sé, no logro poner en palabras el lío que tengo en la cabeza, es que llevo unos días que no me creo nada o todo lo contrario. 
Las piezas encajarán quiero creerlo así, a pesar de los pesares, de la manifiesta falta de empatía e insensibilidad, de la estrechez del armario, de la pequeña cápsula de salvamento que emite una señal de mal funcionamiento; a pesar incluso del andar de la perrita.
Demasiadas piezas en este puzzle blanco se han caído al suelo sin saber si he logrado recuperarlas todas, pero ya me cansé de buscar, las que están son las que serán.
Sí, sí, lo sé, necesito vacaciones urgentemente. Ya falta menos.

PD. Le preguntaban a Nadal el otro día la consabida cuestión sobre su opinión acerca de la diferencia en la cuantía de los premios entre hombres y mujeres deportistas. Él, tan comedido y educado como siempre, contestó algo sobre el dinero que generan unos y otros y puso el ejemplo, sin acritud alguna, en las modelos, que cobran infinitamente más que ellos, haciendo el mismo trabajo. Sirva esta simplona posdata para dejar a un lado al impresentable Rubiales, que a ver si desaparece del mapa de una vez para que podamos volver al apasionante duelo Pedro Sánchez vs. Feijóo vs. Ayuso (sí, no nos engañemos) que sin él no nos hallamos. 
Rubiales, Rubiales, ¡pero qué pesado! Ha tenido que aparecer este personaje hasta en la sopa -ríanse de la pobre Isabel II- para sacarle los colores a tanto jugador de fútbol (hombre) que estando parado a media escalera no se decidía a subir o a bajar, o lo que es lo mismo a poner verde a este sujeto o a mirar para otro lado. 
Claro que habrá alguien que todavía acabe diciendo "el fútbol es así".
Esto del inefable me recuerda al comentario que me hizo un amigo arquitecto después de que saltara la noticia de la ya famosa cacería+caderacaput en Botswana del que fuera rey, nuestro, el emérito, marino y supuestable. Su respuesta ante mi enfervorizada queja fue (sic) Jose, ¿pero de qué estamos hablando? ¡De un elefante, por favor, de un elefante! pues eso.

Pues mira, de una forma u otra terminé hilando unas letras con algo de coherencia. 21:57h, bed time, mañana vuelvo a la rutina rutinante, que no rutilante, ya quisiera yo. Sigo postulándome para que me concedan el Ayuntamientito de oro, no cabe duda. Pero mientras llega me entretengo contestando a un amigo que me pregunta sobre vuelos directos a Nueva York desde Tenerife. No ha podido encontrar mejor persona que yo a la par de alegrarme la tarde. Por cierto, si se quedaron intrigados, sí, desde aquí se vuela a NY directo, por lo menos con United Airlines.

Snoopy, sin duda, tiene la última palabra, y la razón.  
Travis, *Side.

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