sábado, 15 de julio de 2023

LA EDAD OSCURA

Dickens escribiría un magnífico comienzo de una novela que ilustrara esta época. Yo no estaría nunca a la altura, así que me limito a esbozar lo que le pasa ahora a esta España que anda como pollo sin cabeza, donde la mentira se ha erigido, sin vergüenza alguna, en mascarón de proa de cualquier noticia que se precie. El mío sería un preámbulo mucho más negro y pesimista: Era el peor de los tiempos. La edad de la locura; la época de la incredulidad; la era de las tinieblas; el invierno de la desesperación...
Son tantas las cosas que leo últimamente que no sabría por donde empezar a quejarme, pero me preocupa de entrada que se recorten tantos avances sociales que se han ido ganando a lo largo de estos años de democracia. Todo tiene ese tufillo a épocas anteriores que parece que se fue pero que no, aquí sigue como un herpes, latente.
Hoy le toca el turno a La Bauhaus, sí, ¿quién lo iba a creer? Todo vale para alimentar a este personaje mitológico moderno que cual hidra se alimenta de humores inimaginables hasta hace muy poco. Parece que la arquitectura, como así los carriles bicis o el aumento de la temperatura no dejan de ser producto de la conspiración judeomasónica de antaño que estos próceres de hoy han vuelto a desenmascarar, ¡alabado sea Dios!
No está todo perdido, aún queda para abrir las mentes, limpiar conciencias, enfocar los objetivos y encontrar el color del cristal con el que queremos ver nuestras vidas futuras.

PD. Cualquiera que diga que hablo de política, miente.

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