lunes, 13 de marzo de 2023

VAMOS MUY BIEN, SÍ


Compartí mesa y conversación con un buen amigo con el que también compartí época de estudiante, ese amigo al que uno ve poco porque la vida es así pero con el que hablar es un placer y la sensación podría describirla, una y otra vez, Fray Luis de León. Compartimos horas de insomnio dibujando, carretera y hasta familia y con los años, los mismos, nos hemos terminado pareciendo. Una simple pregunta sirvió para que los engranajes de mi cabeza comenzaran a funcionar por su cuenta; ella manda, yo nunca. ¿Qué somos? ¿por qué lo somos?.
Me pregunté después, y lo sigo haciendo, si somos como somos, o como nos ven, o como queremos serlo o justo al revés. Llegué a casa y, ya en modo fin de fin (de semana) seguía erre que erre dándole vueltas. 
Masoquista, entré displicente en una página web antes de acostarme -craso error-, de políticos y políticas, no se me vayan a ofender, esas donde ellas y ellos revuelven de igual manera, todo sonrisas, estupendos, encantados de conocerse, con esa actitud que da el creerse por encima de los demás, para volver a plantearme ¿qué hago yo metido en esto? ¿puedo estar tan tan equivocado?
La repuesta es siempre la misma.
¿Será verdad eso de que después de los 50 estamos todos deprimidos? Intolerante se descubría mi amigo, yo harto, rebosado.
Poco ayuda mirar alrededor: guerra, pobreza, intransigencia y cientos de fobos que nos redirigen al cinismo porque parece no haber camino ni atajo diferente. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero, nos diría Miguel Hernández.
Empieza otro lunes, éste primaveral, metido de lleno en mi propio cajón de sastre.
Serrat, *La gente va muy bien.

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