viernes, 17 de marzo de 2023

EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

 
Todo está en los libros, decían, y en la Historia, dicen, nada es nuevo, nada hay nuevo bajo el sol. Es tal la cantidad de odio y rabia de esta señora al hablar de sus "compañeros" electos en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, que da verdadero miedo. Te guste más o menos la ideología o el partido que no es el tuyo, no debes olvidar, señora mía (bueno, más tuya que mía), que los que componen un Parlamento, Asamblea, Diputación, Senado, Cabildo, Gobierno, Ayuntamiento... son el resultado de unas elecciones y que hay alguien al que, al menos, les gusta porque lo han votado. Matarlos o expresar ese odio visceral no demuestra sino no aceptar las reglas del juego, un me llevo la pelota porque es mía. Cualquier votante que se precie podría darse cuenta de esto que no es nada más que pura intransigencia, o estás conmigo o contra mi. Repito que me da miedo porque ya sabemos cómo terminaron aquellas arengas encendidas que dieron lugar a unas elecciones ganadas en Alemania y lo que sucedió después para vergüenza de la Humanidad por los siglos de los siglos, amén.
¡Matadlos a todos! Te deja sin palabras, por muy metafórico que sea, si es que lo es; y no lo ha dicho la Reina de Corazones de Alicia, no.  Buen momento éste para recordar la frase de Beatrice Hall, atribuida a Voltaire, "Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Nos queda a los españoles mucho por aprender respecto al funcionamiento de la democracia, me temo.
Pero no hay que desesperar, siempre nos queda el remedio clásico de la música ídem, esta mañana de nuevo Lucrezia Borgia. Empecemos el fin de semana con buen pie y mejor oído.
Lucrezia Borgia, Donizetti.
*Di pescatore ignobile.

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