¿A quién quieres más, a tu madre o a tu padre? Esta estúpida pregunta que estamos hartos de escuchar desde niños alarga su sombra como el ciprés, abarcándolo todo. ¿Cuál es tu instrumento preferido? ¿te gustan más los conciertos de piano o de violín? Y así majadería más majadería ad eternum.
Los conciertos de violín me emocionan, empezando por el Meldelssohn, Sibelios, Beetohoven... Anoche disfrutamos, en la inauguración del 39° Festival Internacional de Música de Canarias, del concierto para violín Op.15 de Benjamin Britten, magnífico y realmente complicado. La invitada fue la violinista germanocoreana Clara Jumi-Kang. Sin palabras. El programa lo abrió la obra de R. Gerhard "Danza de Don Quixote", para terminar la noche con tres famosísimas obra de Maurice Ravel, "Pavana para un infanta difunta", "La Valse" y, por supuesto, el sublime "Bolero", el cual es siempre doblemente espectacular en vivo; ver y escuchas cómo cada instrumento de la orquesta va sumándose compás tras compás es algo que emociona a cualquiera que le guste la música.
De esta forma, sin tos vergonzosa que me hubiera obligado a abandonar la calatravada, declaro que fue una noche de concierto fantástica y una inauguración del Festival a la altura que se merece.
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