martes, 18 de octubre de 2022

GUERRA(S)


No me creo que podamos escuchar cómo caen las bombas o los drones kamikazes iraníes, lo último de lo último, en directo sobre Ucrania, como si de un concierto en vivo se tratase. Sanción va, sanción viene, pero el hecho es que Putin no deja de fustigar al país invadido mientras amenaza con males mayores (¿males mayores?) si Ucrania ataca territorio de la Madre Rusia. ¿Hay quién entienda esto? Todavía hoy me siguen llegando e-mails de aquellos que, o apoyan a Putin por una modernosa lealtad mal entendida, o veladamente recuerdan que Ucrania se lo ha buscado. Con el abusador no se puede, no se debe, estar nunca; éste empieza de pequeño a acosar al gafudo, al gordo, al gay, y acaba invadiendo un país con música de Wagner de fondo.
¿Cuánto durará la guerra en Ucrania? ¿nada puede parar a Putin? ...Y el frío invierno se acerca. Sólo nos queda mirar y llorar por Ucrania. 
Elgar, *Cello Concerto in E Minor, I. Adagio.

PD. Por Ucrania y también por España, donde lo importante parece ser Tamara y los premios que le dan a la nieta del emérito por ir a la moda y no dar palo al agua. Ver para creer. Al enemigo, ni agua. Ay, ¡bendita revolución francesa!.

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