jueves, 27 de octubre de 2022

EL MUNDO SE VA A LA MIERDA


https://elpais.com/internacional/2022-10-26/putin-eleva-la-tension-con-un-ensayo-de-un-ataque-nuclear-masivo.html

LIBROS Y + LIBROS

Juan José Millás, retratado para ICON en su rincón de leer.

Juan José Millás: “Me calculan 12 años de vida, o sea, tres novelas”
Entramos en el despacho del escritor, que estrena hoy la obra original ‘Miércoles que parecen jueves’ y la semana que viene la adaptación de su novela ‘Desde las sombras’ bajo el título ‘No mires a los ojos’.

https://elpais.com/icon/2022-10-27/juan-jose-millas-me-calculan-12-anos-de-vida-o-sea-tres-novelas.html

miércoles, 26 de octubre de 2022

SIN GANAS DE INVADIR POLONIA

Que la ópera me gusta no es ningún secreto, pero mira que Wagner no termina de entusiasmarme. Ahora, su obertura de Tannhäuser y su Coro de los Peregrinos es de lo mejor que se ha compuesto jamás.
*Obertura.
*Coro de los Peregrinos.

IMPERMANENCIA


Otra semana que se va irremisible, un día menos o uno más, un vaso de leche medio lleno o medio vacío, una hora menos o una más, el polvo sobre la mesa que cambia de lugar, promesas que no se cumplen, que no se han cumplido y que no lo harán; buenos días que no se desean, despedidas que no se pronuncian, labios hinchados, caras largas, constipation, veletas, siniestros, mensajes entre líneas, huevos o falta de ellos, viajes astrales, sedantes, somníferos, sueños vívidos, libros por leer, leídos, quitagrapas y muros, futuro que no existe, presente.
George Crumb, *Makrokosmos II, VII. Tora! Tora! Tora!

BOLUDOS, PELOTUDOS Y MÁS


Argentina, 1985, un país convulsionado por el juicio del siglo, un nuevo Núremberg que dividió al país y volvió a sacar lo peor de la gente. Amenazas de muerte continuas, presiones por un lado y otro, zancadillas para poder recabar pruebas y, finalmente, los desgarradores testimonios de los represaliados, como también lo fueron los supervivientes de los nazis tras la 2ª Guerra Mundial. La Historia, desgraciadamente, se repite en bucle, ya sea en Alemania, en Argentina, en Chile, en Turquía, en los Balcanes, en Libia, en Ucrania... Una película para ver, para recordar, para no olvidar.

martes, 25 de octubre de 2022

PAN Y CIRCO

Y luego nos quejamos... Portada del periódico EL DÍA online de hoy. Esta noche ya podré dormir tranquilo.

Y SUMANDO

 
Alumnos del curso de 1970 del seminario marista de La Marina de Elche, con su tutor, Joaquín Bascuñana, acusado de abusos.

Todos tenemos derecho a un juicio justo, dice la Ley (al menos en el cine), hasta esta gentuza pederasta. Los juicios paralelos son terroríficos, sí, pero ¿no es lo que ha hecho la Iglesia a lo largo de su historia, entre otras cosas? Los curas, como antaño los políticos, cayeron en la autocomplacencia y en la creencia de ser intocables, impunes, pero eso se acabó ya, Deo Gratias. No sólo impunes por la ley sino también por las propias órdenes religiosas, obispos, cardenales y Papas, todo se tapaba de una manera u otra, normalmente con traslados y si te he visto no me acuerdo. Los alumnos han importado poco o nada. Si son ellos los que provocan, que diría el inefable obispo Bernardo de Tenerife. Para vomitar (encima de él, por supuesto). Maristas, Hermanos de La Salle, Agustinos, Claretianos, Salesianos, Jesuitas, Carmelitas, Dominicos... aquí no se salva ni el apuntador.
Los abusos sexuales a un niño son perversos, quizá de las peores cosas que podamos ver en el ser humano; el abusado no entiende lo que ocurre y, en la mayoría de los casos, se echa la culpa a sí mismo, terrible. Pocos son los que lo superan, muchos se suicidan o quedan tocados para el resto de su existencia. Los que se atreven a contarlo suelen coincidir siempre en las mismas premisas de partida, el terror de escuchar esos pasos en la noche  acercándose.
Ver a esta gentuza, repito, campando a sus anchas sin juicio ni castigo terrenal (dejemos el castigo divino para los más ingenuos) nos lleva a dudar continuamente del sistema. 
Cruzo los dedos para que esta gentuza -por tercera vez lo digo, y pocas me parecen-, acabe donde tiene que estar. Quizá los próceres encubridores también.
Soñar es gratis.

lunes, 24 de octubre de 2022

ANOTHER ONE

Si tener mucha idea de política internacional ¿y quién la tiene, viendo lo visto?, yéndose Boris Johnson primero y Liz Truss después, y entrando ahora Rishi Sunak (desgraciadamente es noticia, a su vez, que se trata de un político de origen indio), ¿no volverá la cordura al país y alguna voz clamará por la vuelta a la Unión Europea? ¿Es que es tan difícil ver que el Brexit fue una cagada? Si la reina levantara la cabeza se volvía a morir del susto, la pobre.

DIES IRAE


¿Hay palabras de moda? claro, ¡cómo no! Últimamenle leemos por todos lados "empoderamiento", por ejemplo, antes lo fue "consenso" o "resiliencia", palabras que nunca se usaron y que ahora las encontramos hasta en la sopa. La televisión, los periódicos, las redes, utilizan una palabra recurrentemente y voilà, la magia ya está hecha. Entre estas éstas me inclino a destacar "procrastinar", palabra complicada de pronunciar y que se ha convertido en el ley motiv de mi existencia. Cada día me cuesta más seguir, continuar, mientras sufro por dejar las cosas sin hacer, pura paradoja vital. No se trata de un cruce de caminos desconociendo cuál tomar, ni de un día D, sino más bien de la espera de una guagua que no llega nunca.
Requiem, Karl Jenkins. *Dies Irae.
Si alguna vez has postergado una tarea importante para, digamos, poner en orden alfabético las especias en tu alacena, sabes que no sería justo describirte como flojo.
Después de todo, ordenar alfabéticamente requiere concentración y esfuerzo —y, oye, tal vez hasta te esmeraste en limpiar cada frasco antes de ponerlo en su lugar—. Y no es como que te hayas ido de fiesta con tus amigos o te hayas puesto a ver Netflix. Estás limpiando, ¡es algo de lo que estarían orgullosos tus padres! No es pereza o mala gestión del tiempo. Es procrastinación.
Si la procrastinación no es flojera, entonces, ¿de qué se trata?

Etimológicamente, “procrastinación” deriva del verbo en latín procrastināre, postergar hasta mañana. Sin embargo, es más que postergar voluntariamente. La procrastinación también deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.
“Es hacerse daño a uno mismo”, dijo Piers Steel, un profesor de Psicología Motivacional en la Universidad de Calgary y el autor de The Procrastination Equation: How to Stop Putting Things Off and Start Getting Stuff Done.

Esa autoconciencia es una pieza clave para entender por qué procrastinar nos hace sentir mal. Cuando procrastinamos, no solo estamos conscientes de que estamos evadiendo la tarea en cuestión, sino también de que hacerlo es probablemente una mala idea. Y aun así, lo hacemos de todas maneras.
“Esta es la razón por la que decimos que la procrastinación es esencialmente irracional”, dijo Fuschia Sirois, una profesora de Psicología en la Universidad de Sheffield. “No tiene sentido hacer algo que sabes que tendrá consecuencias negativas”.
Agregó: “Las personas se enganchan en este círculo irracional de procrastinación crónica debido a una incapacidad para manejar estados de ánimo negativos en torno a una tarea”.
Espera. ¿Procrastinamos debido a estados de ánimo negativos?
En breve: sí.
La procrastinación no es un defecto del carácter o una maldición misteriosa que ha caído en tu habilidad para administrar el tiempo, sino una manera de enfrentar las emociones desafiantes y estados de ánimo negativos generados por ciertas tareas: aburrimiento, ansiedad, inseguridad, frustración, resentimiento y más.

“La procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”, dijo Tim Pychyl, un profesor de Psicología y miembro del Grupo de Investigación sobre Procrastinación en la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá.

En un estudio de 2013, Pychyl y Sirois descubrieron que la procrastinación puede ser entendida como “la primacía de la reparación del estado de ánimo a corto plazo… por encima del objetivo de las acciones planeadas a un plazo más largo”. Explicado de manera sencilla, la procrastinación es enfocarse más en “la urgencia inmediata de administrar los estados de ánimo negativos” que en dedicarse a la tarea, dijo Sirois.
La naturaleza particular de nuestra aversión depende de la tarea asignada o la situación. Podría ser debido a que la tarea misma es inherentemente poco placentera, como tener que limpiar un baño sucio u organizar una aburrida y larga hoja de cálculo para tu jefe. Sin embargo, también podría resultar de sentimientos más profundos relacionados con la tarea, como dudar de uno mismo, tener baja autoestima, sentir ansiedad o inseguridad. Cuando fijas la mirada en un documento en blanco, tal vez estás pensando: “No soy lo suficientemente inteligente para escribir esto. Incluso si lo soy, ¿qué opinará la gente de él? Escribir es tan difícil. ¿Qué pasa si lo hago mal?”.

Todo esto puede llevarnos a pensar que hacer a un lado el documento y en cambio limpiar los frascos de la alacena es una muy buena idea.
No obstante, por supuesto, eso solo engloba las asociaciones negativas que tenemos con la tarea, y esos sentimientos todavía estarán ahí cuando volvamos a ella, junto a estrés y ansiedad aumentados, sentimientos de baja autoestima y de culpabilidad.
De hecho, existe un cuerpo de investigación completamente dedicado a los pensamientos rumiantes y sentimientos de culpabilidad que muchos de nosotros tenemos a raíz de la procrastinación, los cuales son conocidos como Cogniciones Procrastinatorias. Los pensamientos que tenemos sobre procrastinación suelen exacerbar nuestra angustia y estrés, lo que contribuye a todavía más procrastinación, dijo Sirois.
No obstante, el alivio temporal que sentimos cuando procrastinamos es lo que realmente hace muy vicioso el círculo. En el presente inmediato, suspender una tarea brinda alivio —”has sido recompensado por procrastinar”, dijo Sirois—. Y el conductismo básico nos ha enseñado que cuando somos recompensados por algo, tendemos a hacerlo de nuevo. Esta es precisamente la razón por la que la procrastinación tiende a no ser un comportamiento una vez, sino un círculo, uno que fácilmente se convierte en un hábito crónico.

Con el paso del tiempo, la procrastinación crónica tiene costos no solo a la productividad, sino efectos destructivos medibles en nuestra salud mental y física, incluidos estrés crónico, angustia general psicológica y baja satisfacción con nuestra vida, síntomas de depresión y ansiedad, hábitos deficientes de salud, enfermedades crónicas e incluso hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Pero creí que procrastinamos para sentirnos mejor
Si parece irónico que procrastinamos para evitar sentimientos negativos, pero terminamos sintiéndonos aún peor, es porque así es. Y de nuevo, debemos agradecer a la evolución.
La procrastinación es el ejemplo perfecto del sesgo del presente, la tendencia de nuestra mente a dar prioridad a necesidades a corto plazo en vez de las de a largo plazo.
“Realmente no fuimos diseñados para pensar hacia adelante en el futuro más lejano porque necesitábamos enfocarnos en proveer para nosotros mismos en el aquí y ahora”, dijo el psicólogo Hal Hershfield, un profesor de Mercadotecnia en la Facultad Anderson de Administración de la Universidad de California en Los Ángeles.

La investigación de Hershfield ha mostrado que, a nivel neuronal, percibimos a nuestros yo del futuro más como extraños que como parte de nosotros mismos. Cuando procrastinamos, hay partes de nuestro cerebro que realmente piensan que las tareas que estamos suspendiendo —y los sentimientos negativos que las acompañan y que nos esperan del otro lado— son problema de alguien más.
Para empeorar las cosas, somos incluso menos capaces de tomar decisiones bien analizadas y orientadas al futuro en medio de una situación de estrés. Cuando nos enfrentamos con una tarea que nos hace sentir ansiosos o inseguros, la amígdala —la parte del cerebro que funciona como “detector de amenazas”— percibe esa tarea como una amenaza genuina, en este caso a nuestra autoestima o nuestro bienestar. Incluso si intelectualmente reconocemos que suspender la tarea nos creará más estrés en el futuro, nuestros cerebros están todavía conectados para preocuparnos más por eliminar la amenaza en el presente. Los investigadores llaman a esto “secuestrar la amígdala”.
Desafortunadamente, no podemos simplemente decirnos a nosotros mismos que dejemos de procrastinar. Y a pesar de la abundancia de los “trucos de productividad”, que se enfocan en cómo hacer más trabajo, estos no abordan de raíz la causa de la procrastinación.

Cómo llegamos a la raíz de lo que causa la procrastinación
Debemos darnos cuenta de que, en esencia, la procrastinación es un asunto de emociones, no de productividad. La solución no involucra descargar una aplicación de gestión de tiempo o aprender nuevas estrategias de autocontrol. Tiene que ver con manejar nuestras emociones de una manera diferente.
“Nuestros cerebros siempre están buscando recompensas relativas. Si tenemos un círculo de hábitos alrededor de la procrastinación pero no hemos encontrado una mejor recompensa, nuestro cerebro continuará haciéndolo una y otra vez hasta que le demos algo mejor que hacer”, dijo Judson Brewer, director de investigación e innovación en el Centro de Plenitud Mental de la Universidad de Brown.

Para reconfigurar cualquier hábito, tenemos que darle a nuestro cerebro lo que Brewer llamó la Mejor y Más Grande Oferta.
En el caso de la procrastinación, tenemos que encontrar una mejor recompensa que evadir, una que pueda aliviar nuestros sentimientos desafiantes en el presente sin causar daño a nuestros yo del futuro. La dificultad de romper la adicción a procrastinar en particular es que existe un número infinito de acciones sustitutas potenciales que todavía podrían ser formas de procrastinación, dijo Brewer. Es por ello que la solución debe ser interna, y no dependiente de cualquier cosa excepto nosotros mismos.
Ahora ve a terminar de ordenar alfabéticamente esos frascos de especias antes de que se convierta en lo siguiente que comiences a procrastinar.

Por Charlotte Lieberman26 de marzo de 2019. THE NEW YORK TIMES
https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html

MAGIA


Yo-Yo Ma: “La música es una especie de magia. Nos transporta a través del tiempo, el espacio y la energía”
El violonchelista francoestadounidense recoge en Estocolmo el premio Birgit Nilsson, el equivalente al ‘Nobel de música clásica’, dotado con un millón de dólares.
Pablo L. Rodríguez, Estocolmo. EL PAÍS, 19.10.2022
https://elpais.com/cultura/2022-10-19/yo-yo-ma-la-musica-es-una-especie-de-magia-nos-transporta-a-traves-del-tiempo-el-espacio-y-la-energia.html

Entre los famosos premios que instituyó, en 1901, el industrial Alfred Nobel en Estocolmo a las mayores contribuciones de la humanidad, no se incluyó ninguna categoría destinada a la música. A pesar de ello, su gala de entrega se celebró, hasta 1925, en el antiguo auditorio de la Real Academia Sueca de Música (hoy conocido como Musikaliska). Esta institución, fundada en 1771 por el rey Gustavo III (...).
Bach,*Cello Suite No.1 in G Major.
Yo-Yo Ma.

sábado, 22 de octubre de 2022

ENTRE BRUJAS VARIAS

Cenamos anoche mi amiga I y yo departiendo sobre los acontecimientos y nuestras vicisitudes semanales mientras. Así, entre enfermedades, ayuntamiento, brujas varias y akelarres, abordamos un tema interesante, la pugna entre los periódicos "serios" y las redes sociales.
Hoy, cuando lo que ocurre está en las redes ipso facto, cuando hemos llegado a "lo que no está en las redes no existe", cuando los jóvenes no leen ni libros ni periódicos, cuando lo que manda es el móvil, los peridódicos parecen querer reinvertarse o morir. Dios ha muerto, ¡que viva el teléfono móvil!, pudiera haber dicho Nietzsche perfectamente.
El País, otrora periódico de referencia, bastión del periodismo de pseudoizquierda aburguesada, publica en su edición online, un día sí y otro también (hoy entrevista a su hermana), noticiones de la inefable Tamara. Ni Letizia, ni Belén Estéban, Tamara es la nueva pasta de todas las sopas.

Y EL MAYOR BIEN ES PEQUEÑO

Voy a tener que mirarme esto, los sueños. Ahora es recurrente que cada noche, al caer rendido, tenga unos sueños tan vívidos que al despertar lo hago con una sensación de hacerlo agitado, como después de haber pasado un buen rato sufriendo. El de anoche, del que aún recuerdo retazos, tenía que ver sobre un viaje al que llevaba dos bultos, uno grande que debía facturar, amarillo y con mis iniciales grabadas, y una mochila pequeña gris. Algo pasaba, algo pasó, que intentaba correr arriba y abajo, por calles que se me antojaban conocidas, llegando a una terminal aeroportuaria, con aspecto de estación de esquí y una mezcla de espacios absurdos, para volver a salir después. No encontraba la mochila gris, donde llevaba los documentos y sí la amarilla, únicamente con ropa, pero al embarcar nos daban opción a escoger avión y yo no sabía en cuál de los dos estaba mi equipaje o algo así. De una forma u otra logré dormir más horas que de constumbre, aunque me pregunto si habré descansado.
Ay Calderón.

jueves, 20 de octubre de 2022

ALERGIA

Cómo somos las personas ante una enfermedad o síntoma de ella, como de la noche al día. Tenemos al modelo hipocondríaco, al que todo le afecta, al que todo le teme, pero que lo lleva dentro, callado; también el modelo juglar, el que lo cuenta, lo canta, el cabizbajo agazapado y avizor, al que te cruzas por la calle y estás muerto. Por otro lado el tipo contrario, aquel que siempre está lozano, salud de hierro, ninguna patología, feliz como una perdiz; verdadero o falso. Otro caso, el compungido, ese grupo de gente que siempre parece que se les apaga la velita la velita, décimas encima, ojos semicerrados y debajo de la manta, "rarillos". O sea, como en botica, para todos los gustos y los disgustos.
¿A qué viene esta chorrada hoy? Sencillo, me he despertado con un ataque de alergia que no de alegría -aunque también, quizá, a saber- que me ha convertido en el hombre estornudo o, como hubiera dicho Quevedo, érase un hombre a un pañuelo pegado. Y que conste que no me quejo, cosas muchísimo peores las hay, ¿o no?
¡Buenos días!
Verdi, Nabucco.
*Si finga ... tremin gl'isani del mio furore!

miércoles, 19 de octubre de 2022

MAL EMPEZAMOS EN ITALIA


Parece que tanta operación de cirugía estética no le ha sentado bien a este sujeto, que yo creo que realmente es un robot.

DESENCADENADO

Andaba yo esta mañana tomando el primer café del día cuando me percaté que mi dedo índice se movía rítmicamente sobre el poyo de acero de la barra del bar. ¿Qué es esto que estamos escuchando? le pregunté presto al camarero. Una de esas que están de moda ahora, creo que Rosalía. ¡Horror! pensé, Rosalía.
Recordé justo en ese instante cómo ayer, en el supermercado del pueblo, de esos que tienen música de fondo que se repite una y otra vez -pueden imaginarlo en Navidad-, me vi paseando con el carrito vacío tarareando una canción, otra que tal, la última que España presentó a Eurovisión.
No, no, esto no está bien. Poco a poco esta música entra en tus oídos, como si nada, agazapada, hasta que ya no hay marcha atrás. Entonces eché mano, como el Recio, a mi mecanismo de defensa ancestral, imaginar la buena música.
Como ésta.
¡Uf! por un momento me imaginé reguetonero, aunque sin cadenas de oro.
Buenos días.
Chopin, *Scherzo No.2, Op. 31.

martes, 18 de octubre de 2022

AHÍTO


Ajito
, que diríamos aquí. Hastiado, harto, hasta arriba de esa gente que es capaz de involucrar a todo el mundo en sus problemas con tal de sacudirse las responsabilidades. Esa gente mala que encuentra un problema para cada solución, la misma que cree que la edad es un plus en vez de una losa, la que confunde años con experiencia, la chismosa con complejo de Dios, la que sabe rodearse de iguales a los que adora y utiliza y teme, la lisonjera con daga oculta.
De esa gente es de la que hay que huir. Raudo porque te envenena.

¡Qué ganas de jubilarme para sentarme a escribir lo que es aunque no lo parezca!

GUERRA(S)


No me creo que podamos escuchar cómo caen las bombas o los drones kamikazes iraníes, lo último de lo último, en directo sobre Ucrania, como si de un concierto en vivo se tratase. Sanción va, sanción viene, pero el hecho es que Putin no deja de fustigar al país invadido mientras amenaza con males mayores (¿males mayores?) si Ucrania ataca territorio de la Madre Rusia. ¿Hay quién entienda esto? Todavía hoy me siguen llegando e-mails de aquellos que, o apoyan a Putin por una modernosa lealtad mal entendida, o veladamente recuerdan que Ucrania se lo ha buscado. Con el abusador no se puede, no se debe, estar nunca; éste empieza de pequeño a acosar al gafudo, al gordo, al gay, y acaba invadiendo un país con música de Wagner de fondo.
¿Cuánto durará la guerra en Ucrania? ¿nada puede parar a Putin? ...Y el frío invierno se acerca. Sólo nos queda mirar y llorar por Ucrania. 
Elgar, *Cello Concerto in E Minor, I. Adagio.

PD. Por Ucrania y también por España, donde lo importante parece ser Tamara y los premios que le dan a la nieta del emérito por ir a la moda y no dar palo al agua. Ver para creer. Al enemigo, ni agua. Ay, ¡bendita revolución francesa!.

lunes, 17 de octubre de 2022

LA DEMOCRATIZACIÓN DE TODO

Todo se denuncia, ya sea en las redes sociales o en los Tribunales, tal cual. Quiero algo, lo denuncio. Todo vale, ya sea verdad o mentira, lógico o absurdo. Como en casi todo se han perdido los grises, o es negro o blanco, aunque esto suponga amargarle la existencia a uno. 

sábado, 15 de octubre de 2022

P, EL SÉPTIMO PASAJERO


Encontrar un grupo para viajar que funcione de maravilla no es fácil, aunque tampoco imposible. Nosotros lo hemos logrado, de verdad. Nos reunimos pro primera vez en Nueva York y todo fue sobre ruedas, nevada espectacular incluida. Ahora lo hemos vuelto a lograr, esta vez en Atenas y con un viajero añadido, un niño. Una nueva experiencia para contar, un compañero del 10, adaptable, impresionable y con esos ojos con los que los niños ven la vida. Nos aportó la felicidad de la niñez y la energía la atesoramos durante todo el viaje.
Ahora P tiene un nuevo cometido, pensar en el próximo viaje de "La Comunidad de los 7".

CREACIONISTAS, CHAPÓ


La humanidad ha dado otra vuelta de tuerca en lo que se refiere a la e(in)volución, que no revolución. En unos cientos de años, auguro menos -Darwin sería feliz demostrándolo de nuevo-, la especie humana habrá cambiado considerablemente; naceremos con sólo tres dedos, ¿para qué más?, el cuello doblado 90° hacia el suelo (se acabó aquello de ¡¡espalda recta, cuello erguido!!), la cabeza mucho más pequeña porque el cerebro se habrá reducido y muy posiblemente le habrá salido un pequeño tercer ojo en la frente, o quizá una antena, para no chocar con las farolas al caminar y los recién nacidos lo harán ya tatuados para ahorrar dinero y sufrimiento posterior.
Es verdad que nosotros no lo veremos, no quisiera ser tampoco un Nostradamus de mala muerte, aunque viendo lo visto me pregunto si no estaremos siendo testigos del cambio más rápido en la e(in)volución del género humano.
Camino del supermercado, pocas cosas hay que me gusten menos, me cruzo con todo tipo de personas, solas, en pareja o en grupo, y me fijo cuántos de ellos caminan mirando el teléfono: calculo que entre un 50 y un 70%. Ya dentro del súper, repito el experimento y, carro en mano, calculo que la cifra baja hasta un 40%, que ya es. Al salir toca fijarme en las cafeterías con mesas en el pasillo del centro comercial, en este caso la estadística se multiplica hasta llegar al 80-90%.
La conversación ha muerto, ¡viva el teléfono móvil! Los equivocados son los que piensan que los mayas se equivocaron al predecir el fin del mundo en el año 2012. No sé si acertaron de pleno, pero el hecho es que hoy, año 2022, móvil en ristre y 3ª Guerra  Mundial librándose en Ucrania sin que nos demos cuentas, el mundo se ha ido al carajo.
Video killed the radio star... no way!
Mobile killed the evolution.
The Buggles, *Video killed the radio star.

GRECIA, EGIPTO Y SUMANDO


Al Museo británico, posiblemente la institución cultural que más ha robado con guante blanco, parece que le crecen los enanos. Si Grecia pide una y otra vez que esta gente devuelva el expolio hecho al pueblo heleno siglo tras siglo, ahora es Egipto quien vuelve a pedir que le devuelvan lo que es de ellos. Habrá que ver cómo sigue escribiéndose la Historia.

UN HOMBRE: ALEJANDRO PALOMAS

 Beatriz Rodríguez, periodista.
Directora del documental:
UN HOMBRE con Alejandro Palomas.

¿QUÉ OPINAS?

> ¿Qué crees que es peor, la ignorancia o la indiferencia?

> Ni lo sé, ni me importa.

SUEÑOS SON


¿Con qué sueña mi perro? ¿Qué pesadillas tuvo ese pulpo a la gallega? Este filósofo se ha adentrado en el mundo onírico de los animales
El libro ‘When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness’ de David Peña-Guzmán analiza desde la ciencia y la filosofía los sueños de bestias y mascotas.
Enrique Alpañés, 10.10.2022
https://elpais.com/estilo-de-vida/2022-10-10/con-que-suena-mi-perro-que-pesadillas-tuvo-ese-pulpo-a-la-gallega-este-filosofo-se-ha-adentrado-en-el-mundo-onirico-de-los-animales.html

Puede que no haya anotado los síntomas, pero todo aquel que haya convivido con un perro habrá visto las consecuencias. Veinte minutos después de que un can de tamaño medio se duerma, su respiración se vuelve superficial e irregular. Sus músculos se relajan, su frecuencia cardiaca disminuye. Tiene los ojos cerrados, pero tras los párpados, sus pupilas se empiezan a mover de un lado a otro. Entra entonces en la fase REM, el reino de los sueños. Los espasmos musculares lo delatan: mueve la cola, quizá incluso las patas, simulando una carrera que solo acontece en su cabeza. A veces gime o empieza a ladrar.

Las pistas parecen claras, pero hasta hace poco no había evidencias científicas para asegurarlo: los perros sueñan. “A nivel estructural, su cerebro es similar al de los humanos”, explica el neuropsicólogo Stanley Coren en su libro La fabulosa inteligencia de los perros. “Además, durante el sueño, los patrones de sus ondas cerebrales son similares a los nuestros. Pasan por las mismas etapas de actividad eléctrica observadas en los humanos. Todo ello concuerda con la idea de que los perros sueñan”. Constatar esto, lejos de calmar la curiosidad de la comunidad científica (y de los dueños de perros) ha generado muchas más dudas. La pregunta más repetida sería: ¿con qué sueñan los perros? Y la respuesta más probable es: contigo. Suena egocéntrico, pero, cuando alguien ve a su perro correr en sueños, lo más probable es que corra hacia él, hacia su dueño.


La psicóloga de Harvard Deirdre Barrett, expresidenta de la International Association for the Study of Dreams (Asociación internacional para el estudio de los sueños), sostiene que los canes reviven sus experiencias cotidianas, igual que los humanos. “Como suelen estar muy apegados a sus dueños, es probable que tu perro sueñe con tu cara, tu olor, con agradarte o molestarte”, afirma en su reciente ensayo Pandemic Dreams, (Sueños pandémicos). Distintos estudios apuntalan esta idea. A diferencia de los humanos, los perros no son tan imaginativos. Ni siquiera mientras duermen. Por lo tanto, es poco probable que se proyecten en situaciones nuevas o irreales y es más plausible que estén reviviendo el paseo por el parque de esta mañana, unas agradables cosquillas en la tripa o la terrorífica visita del repartidor. No tienen sofisticadas pesadillas ni construyen mundos surrealistas. O quizá sí. Al final, el mundo onírico de los animales es lo suficientemente abstracto y desconocido para que haya teorías contradictorias.

Un estudio de 2016 del University College de Londres aseguraba que las ratas tienen la capacidad de soñar laberintos en los que nunca han estado. “Esto es fascinante, ya que significa que estos roedores tienen la capacidad de imaginar escenarios concretos y muy estructurados que se hacen realidad mediante actos mentales”, explica por correo electrónico el filósofo mexicano asentado en EE UU David Peña-Guzmán. “Una cosa es decir que los sueños son recuerdos, pero otra es constatar que pueden ser experiencias nuevas que se construyen por pura inventiva mental. Históricamente, este tipo de imaginación se ha limitado al Homo sapiens”.

Este filósofo y profesor de la Universidad Estatal de San Francisco, de 35 años, leyó todos estos estudios y se obsesionó. Empezó a soñar con sueños de ratas, en una loca mezcla entre Origen y El flautista de Hamelín. “La imagen de un montón de ratas durmiendo en un laboratorio me hizo preguntarme: ¿Qué les ocurre a estas pequeñas criaturas peludas después de quedarse dormidas? ¿Apagan su mente por completo o también consiguen soñar con mundos imaginarios?”, explica. “Pronto me obsesioné con esta pregunta, empecé a investigar el tema y supe que ahí había un libro esperando a ser escrito”.
¿Sueñan los pulpos con ovejas submarinas?

El libro se llama When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness (Cuando los animales sueñan: el mundo oculto de la conciencia animal) y, en él, Peña-Guzmán parte de los estudios científicos para hacerse preguntas morales. “Una vez que se examinan todas las pruebas conductuales y neurocientíficas del sueño animal, la pregunta ya no es: ¿Sueñan realmente los animales? La pregunta es: ¿Cuáles son las consecuencias del sueño animal?”.

El autor las intenta desgranar en 272 páginas a medio camino entre la filosofía y la ciencia. “Creo que, cuando se trata de las mentes de los animales, estas dos disciplinas tienen que entrar en una relación dialéctica, alimentándose mutuamente”, señala. “Es necesario conocer hechos básicos sobre el comportamiento y la cognición de los animales para poder apreciar cómo perciben, experimentan y habitan el mundo”.

Desde el punto de vista filosófico, que los animales sueñen puede significar varias cosas. “En primer lugar, que tienen un sentido egológico del ser. Es decir, experimentan el mundo desde el punto de vista de un ego o yo”, plantea el autor. Cuando soñamos, nos experimentamos a nosotros como el epicentro del mundo onírico. Soñar implica ser consciente de uno mismo y ponerse en el centro del universo soñado. Ser ególatra, en el fondo, es humano. Y puede que también animal.

El sueño implica, según el profesor, que los animales experimentan afectos, emociones y sentimientos. “Los sueños son una forma de metabolizar nuestras emociones y procesar las experiencias que nos marcan, ya sea positiva o negativamente”, asegura Peña-Guzmán. “Jugando con el lenguaje freudiano, los sueños son el camino real hacia las emociones”.

Si la ciencia establece que un animal sueña, la filosofía se pregunta si eso significa que tiene imaginación y sentimientos, y, por tanto, si es merecedor de un estatus moral. Y esto no solo atañe a perros y ratones. Hay pájaros que duermen en microsesiones de unos dos minutos, de los cuales solo unos segundos se dedican al sueño REM. Algunos científicos creen que no sueñan porque no tienen tiempo suficiente para crear un escenario onírico. Otros creen que sí lo hacen porque el tiempo, en el mundo de los sueños, es relativo. “Como aprendimos del surrealismo de Dalí, los sueños doblan el tiempo. Podemos tener un sueño que parece durar horas, cuando en realidad solo duró 30 o 40 minutos. Así que podría ser que estos animales estiren el tiempo mientras duermen, igual que nosotros”, señala Peña-Guzmán. “Pero, simplemente, no lo sabemos”.

Adentrarse en el mundo de los sueños de las bestias es complicado, pues hay animales con patrones de sueño sorprendentemente extraños. “Algunos mamíferos marinos duermen mientras nadan y algunas aves lo hacen mientras vuelan”, enumera el filósofo. “Los órices árabes [un tipo de antílope] cambian sus ciclos de sueño de verano a invierno, mientras que algunas focas cambian los suyos dependiendo de si están en tierra o en el mar. Los elefantes africanos duermen dos horas al día, casi siempre de pie. Los delfines nunca duermen completamente. Solo relajan un hemisferio cerebral mientras mantienen el otro activo”.

La portada del libro de Peña-Guzmán es un dibujo de un pulpo. Porque sí, los pulpos también sueñan. “Hablar de vegetarianismo puede ser difícil porque la gente que no es vegetariana suele sentirse juzgada y atacada”, explica el filósofo. “Pero esto es una implicación obvia de mi investigación. Establecer que un animal sueña equivale a mostrar que puede sentir, percibir e imaginar. Y estas capacidades importan enormemente desde una perspectiva moral”.

Si aceptamos que los animales tienen un estatus moral, habrá que preguntarse qué implica ese estatus. ¿Qué derechos deberían tener? ¿Qué actividades humanas deberían reformarse o abolirse? Que los animales son seres vivos con capacidad de sentir, dotados de sensibilidad, con unos intereses y derechos que hay que tener en cuenta, ya estaba reconocido en el derecho comunitario europeo e incluso en el Código Penal español desde 2003. Pero en el Código Civil de este país no se ha plasmado esta idea hasta diciembre de 2021, cuando entró en vigor la nueva ley del régimen jurídico de los animales. Solo entonces los animales dejaron de ser cosas para la legislación española.

Lo que sucede en el mundo de los sueños puede tener consecuencias incluso en la legislación. “En mi opinión, soñar no es una experiencia racional o lingüística. Es una experiencia sentida y afectiva. El tipo de experiencia que confiere una posición moral”, asegura Peña-Guzmán. “Y si aceptamos que los animales tienen un estatus moral, deberíamos considerar qué significa ese estatus”. Es lo que tiene conjugar ciencia y filosofía. Uno empieza preguntándose por qué ladra su perro mientras duerme y acaba planteándose las consecuencias filosóficas de comer un pulpo a la gallega.

JUEVES CON SABOR A LUNES Y A VIERNES


15°, llovizna, nubes y claros, Semiramide en Spotify, jueves; tras un día de fiesta no sabe uno muy bien cómo encajarse en este día.
¡Líbrenos dios de las noticias radiofónicas tempraneras! No puede haber nada peor para comenzar la jornada. Años escuchando cada día la(s) palabra(s) maldita(s): CRISIS, prima de riesgo, Bolsa, recesión, euro, dólar, hasta cambiarla por otra no menos odiosa: COVID. Ahora, con menos Covid aparentemente pero igual o mayor crisis, no dejamos de escuchar Rusia, Putin, Ucrania, recesión, cientos de muertos, ¡¡¡GUERRA!!! Y aún hay quien justifica a Putin y envía memes, todo es falso según ellos. Negacionistas de la pandemia y de la guerra, de pena.
Tanta negritud me deja sin palabras.
Camille Saint-Saëns, *Danza Macabra.

miércoles, 12 de octubre de 2022

LA BRUJA NOVATA, DEP

 


Muere la actriz Angela Lansbury a los 96 años
La intérprete ha fallecido “pacíficamente mientras dormía”, según un comunicado publicado por su familia.
https://elpais.com/cultura/2022-10-11/muere-la-actriz-angela-lansbury-conocida-por-su-papel-en-se-ha-escrito-un-crimen-a-los-96-anos.html

GOLPE A GOLPE

Marvin Hamlisch, *Solace (The Sting/Soundtrack).

Desayunaba en la cocina viendo llover, una lluvia fina pero insistente, respirando el aire fresco que nos deja y disfrutando de las gotas de agua sobre el verde (que te quiero verde). En silencio, sin música ni tele, pensaba en lo fácil que es contentarse con un simple desayuno, eso sí, con una botella de agua fría sobre la mesa. Imprescindible tándem desayuno+agua.
Me toco la cara ahora, he de afeitarme. Ya con música de fondo de Marvin Hamlisch me siento frente al ordenador para ultimar un par de cosas pendientes que espero me ocupes sólo la mañana de este día de fiesta para tirarme por la tarde en el sillón a ver dos películas malas pendientes, dos bodrioentretenidos que cumplirán con creces su papel, estoy seguro.