martes, 20 de septiembre de 2022

CLARO DE LUNA


Ayer fue un día extraño en cuanto al tiempo, chaparrones al mediodía como si no hubiera un mañana y por la tarde el cielo lucía azul, sin rastro de la tormenta. Una mañana convencional, reuniones y papeleos varios, para no variar, y el tufillo a vacaciones cortas en el ambiente de manera que el exprimidor funcionaba a toda máquina -Espronceda pudo haber sacado una poesía de esto-. Almuerzo en buena compañía, la mejor, y el último informe pendiente antes de ponerme unos días en modo OFF justo después de esta mañana que empieza y que promete ser la última vuelta de tuerca.
Enterrada la reina rodeada de próceres y de los cuatro reyes españoles, Pedro Sánchez está Nueva York para asistir a la asamblea general de la ONU, donde defenderá el multilateralismo como respuesta global, del que ya habló Zapatero con vehemencia en su Alianza de Civilizaciones; una asamblea, por cierto, a la que no acuden ni Rusia ni China. Mal empezamos.
Se acerca este otoño incierto no sólo por el caótico estado del mundo sino porque a saber qué nos depara el clima. 
¡Adiós verano!
Claude Debussy, *Claro de luna.

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