viernes, 22 de julio de 2022

¿QUÉ LE PASA A EUROPA?

Anoche dormí muy mal, pesadilla incluida, ventilador de techo conectado, aire acondicionado encendido y apagado intermitentemente, todo para despertarme con dolor de garganta. Me pregunto si no habré tenido una premonición ante todo lo que leo esta mañana en el periódico sobre lo que acontece en Europa, en particular la crisis política italiana.
Antes, durante mi jornada laboral, tuve una conversación con un arquitecto que me visitaba y que echaba pestes de Pedro Sánchez, descargando sobre él todos los males de España (¡España!). Me decía, ante mi suave apunte sobre la coyunturalidad del asunto, que el problema de España no era coyuntural sino estructural y me dio una explicación que, para ser sincero, me hizo pensar más allá. 
    > Es que el Gobierno ha creado en el país una forma de vida subvencionada y esto no se puede aguantar mucho más. ¿Cómo encontrar a un trabajador si éste prefiere vivir subvencionado y trabajar en "negro"?
Algo simplista es la reflexión, sí, pero ¿no tendrá algo de razón? He de darle una vuelta con calma.
Pero volviendo a Europa y a Italia, leo con suma tristeza y preocupación, más lo segundo, que ante las inminentes elecciones italianas, en un par de meses, la candidata de ultraderecha, una tal Giorgia Meloni -me temo que nos acabará sonando mucho su nombre como así lo ha sido el de Marie LePen- es la favorita para ganar las elecciones. Italia, el país donde el partido comunista tuvo tanto poder, puede acabar en manos de la ultraderecha después de que el inefable Berlusconi, según dicen, dejara caer a Draghi perdiendo los pocos valores moderados y europeístas de Forza Italia. Y mientras ¿quién va ganando? Pues el abusón, Putin. Nos deja todo esto sin palabras y muy muy preocupados por lo que nos puede caer encima. 

PD. Preguntas sin respuestas: - ¿Será Sánchez la mano que mueve los hilos en la guerra de Ucrania? - ¿Estará Sánchez confabulado con Berlusconi? - ¿Será Meloni la amante secreta de Sánchez?

Sí, lo sé, perdónenme, la cosa no está para hacer chistes. Mea culpa.

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