lunes, 29 de noviembre de 2021

_ D _ C _ C _ _ N

Hablar de los padres es decirlo todo, nos dieron la vida y nos aportan la seguridad, amor, valores... Tenemos que agradecerles lo que somos hoy gracias a lo que aprendimos ayer. La educación es el mejor don recibido, agradecerla, atesorarla y compartirla es nuestro deber. De ahí que el respeto hacia aquellos que no han tenido la suerte, la fortuna o la oportunidad de recibirla, deba ser extremo.
Recuerdo de niño un póster en el colegio que rezaba algo así como "Los niños aprenden lo que viven", he aquí una simple y gran máxima. Para alguien que sufrió bullying durante muchos años, el respeto hacia los menos favorecidos es algo natural, obligado; no todos hemos tenido las mismas oportunidades y esto es algo que hay que agradecer todos los días. Los abusones son deleznables, ya sea de niños, de ancianos o de cualquier persona a la que consideren en inferioridad de condiciones.
Hoy estamos aquí, pero mañana chi lo sa.

ERUPCIÓN XI

Nueva boca, nueva colada. Esto no se acaba nunca.

domingo, 28 de noviembre de 2021

¿OBLIGACIÓN O DEVOCIÓN?

 

Asistí anoche con mi amiga I, como cada año, al encendido de las luces navideñas en La Esperanza, acto que antecedía al estupendo concierto "Ilusioland"-Los Cantadores, que a pesar del frío y la lluvia se celebró en la carpa de la Plaza del Adelantado. Acostumbrados ya a la mascarilla y a las medidas de seguridad, separación, entrada y salida del recinto, etc., disfrutamos de canciones de películas de Disney, de un ambiente más que agradable y, sobre todo, de la ilusión en la cara de los niños. ¿Obligación o devoción? me preguntaban en el chat de amigos al saber de mi asistencia al acto (yo había enviado algún vídeo ilustrativo). No sólo devoción, le contesté, me encanta acudir a estas celebraciones que compartimos con amigos y que nos llenan de alegría y optimismo en el futuro, que tanta falta nos hace hoy. ¡Empieza la Navidad!



ALMUDENA GRANDES, DEP




Desayunando ayer, una mañana gris y lluviosa que bien podría presagiar malas noticias, me entero de la muerte de Almudena Grandes con sesenta y un años, ¡sesenta y uno! ¡maldito cáncer que todo te llevas! Tan joven como mi socio muerto al que también se llevó la enfermedad, la tenía fresca en mi cabeza porque hace poco había visto un vídeo en Youtube de una de sus charlas. Galdosiana, enamorada de la Historia de España y con un verbo fácil y característico, nuestra literatura pierde a una de sus figuras más relevantes. RIP.

MAIXABEL

 

Una mujer pasea sola por la playa, a lo lejos la siguen dos hombres, sus escoltas. Esta imagen, durísima, podría darnos una pincelada de lo que vivió el País Vasco durante el periodo de terror de ETA. La película Maixabel, la cual vi anoche, nos aporta otra visión, dura y muy emotiva, de la vida de una familia en particular, la del asesinado Gobernador Civil de Guipuzcoa Juan María Jaúregui, su hija y su viuda Maixabel Lasa que, después de 11 años del asesinato de su marido, se reúne con los terroristas. Una película preciosa y necesaria sobre la muerte, el dolor, el duelo, el arrepentimiento. 

viernes, 26 de noviembre de 2021

FAUSTO

Me pregunto muy a menudo el porqué de la pérdida del romanticismo de mi profesión, o de la desidia generalizada que me provoca a estas alturas el ser arquitecto. Mi crisis profesional se debe a muchos factores, de algunos soy consciente y de otros ¡quién sabe! Ser arquitecto me gusta y creo, sin pecar en la inmodestia, que se me da bien. Me tomo el trabajo en serio, pero se hace tan duro en algunas ocasiones. Si en España todo el mundo lleva un entrenador de fútbol dentro, qué decir de un arquitecto. Nadie pierde la vergüenza en creerse decorador, diseñador y es recurrente escuchar la frase "la casa la hice yo, aunque me la firmó un arquitecto". Con un par. Revistas de decoración y programas informáticos, todo vale para creerse un as del espacio interior y exterior. Pero esto es lo que hay y tenemos que jugar con estas cartas.
La crisis del 2008 nos dejó tocados, casi hundidos -a muchos sí, desgraciadamente (hay estadísticas que hablan de la desaparición de hasta el 70% de los estudios de arquitectura en España entre los años 2008-2016), sin contar cómo ha aumentado la burocracia en los ayuntamientos, las exigencias de las oficinas técnicas municipales, la imposibilidad de que un arquitecto se haga cargo del total de un proyecto, la obligatoriedad de las interdisciplinas, los honorarios irrisorios, la falta de tiempo, los interminables requerimientos... Ya, rebasado el primer logro de obtener la licencia de obra que es como escalar el Everest descalzo y sin oxígeno, nos encontramos con unas direcciones de obra donde el promotor campa a sus anchas modificando el proyecto como si de salpimentar a gusto un plato se tratase, para terminar con el marrón de lograr encajar las piezas en el momento del final de obra y, sobre todo, de la primera ocupación. Lo más fácil sería pensar, ¿y por qué acepta uno estos cambios? Y si son inevitables, ¿por qué no se renuncia a la dirección de obra y asunto zanjado? La respuesta parece sencilla, pero no lo es, hay que poner sobre la mesa todo lo que implica una renuncia, sin hablar de la obvia pérdida económica. El hecho es que finalmente se suceden los modificados, uno tras otro, los visados a costa del técnico, los malos rollos con el promotor que ha olvidado convenientemente la razón de los cambios, tanta lentitud en la obtención de los últimos permisos y el sentimiento de impotencia ante el poder absolutista de las oficinas técnicas o gerencias de urbanismo. 
No discuto que el promotor que continúe hoy invirtiendo en la construcción es una rara avis, con mucha moral y hasta optimismo por lo que conlleva,  pero el mérito de los arquitectos es ímprobo. Les prometo que yo me acuesto y, hasta que caigo rendido, no hago sino darle vueltas a la cabeza a  lo que tengo pendiente en el trabajo, enumerándolo una y otra vez. Claro que cómo me defiendo yo en este mundo es otro tema que necesitaría una profunda y larga reflexión.
Éste es el momento en el que Fausto vendería su alma por dejar de trabajar.
Loquillo, *Cruzando el paraíso.

jueves, 25 de noviembre de 2021

INVENTARIO

Jord Hammond, photography

Un inventario es una relación de inventos: Me invento todos los días, pero me dura poco. Me invento islas desiertas y me encierro en ellas. Me inventé un pasado insigne, para burlarme de mí mismo. A veces invento artificios mecánicos en mi cabeza o sea, máquinas. He llegado a inventar la cuadratura del círculo. Inventé un sistema variable de escritura ortográfica que todos los días actualizo. Antes daba mucho prestigio el apelativo, “Inventor”, se ponía en la tarjeta debajo del nombre. En ocasiones invento frases que atribuyo arbitrariamente a Platón, a doña Emilia Pardo Bazán o al mismísimo Schopenhauer. En mis años de maestro inventé un método de regeneración de la escritura para niños y niñas que escribían con patas de mosca, la pena fue no patentarlo. Todos los días me invento una historia, a veces dos. Me invento la realidad porque me resulta insoportable. Me invento la declaración de la renta. Me invento los colores para no ver el mundo en blanco y negro. Llegué a inventar la bicicleta hidráulica, lo malo es que nunca funcionó como pensaba. Antes inventaba más. Nosotros somos la invención de alguien con muy mala idea.

INVENTARIO
Juan Yanes.

"MI GATO"


Nuestro amigo, un gato jovencito que gusta pasar sus buenos ratos en el jardín de Villa Augusta, va acabar con la población ratonil de mi modesto ecosistema ortigalero. Aquí está con otro ratón con el que jugar, ya tieso el pobre.

WEST, NOT SO FAR


1991, 28 años, feliz como una perdiz. 
1991: auge de las telenovelas, muerte de Freddie Mercury, desaparición del partido comunista italiano, se crea el Instituto Cervantes, el IRA sigue dando la lata en Londres y ETA continúa con sus atentados en España, Guerra del Golfo tras la invasión irakí de Kuwait y posterior rendición de Irak, se presenta al mundo el navegador para Internet, nace Mercosur, desaparece el Pacto de Varsovia, preside EEUU George Bush padre, terremoto en el norte de Italia, se firma el Tratado Antártico, Magic Johnson anuncia que tiene VIH, cierra PanAm, Gorvachov declara la disolución de la Unión Soviética, nace Ed Sheeran, Muñoz Molina publica "El jinete polaco", Martín López Zubero gana la primera medalla de oro de la historia de la natación española, se estrena "El silencio de los corderos", Mecano publica "Aidalai", Michael Jackson "Dangerous", Lenny Kravitz "Mama said" y Queen "Inuendo", Nadine Gordimer gana el Premio Nobel de Literatura, entre otros eventos.
Todo esto pasó el año que un grupo de amigos hicimos el viaje más largo hasta ahora, 40 días recorriendo los National Parks norteamericanos, incluyendo Nueva York, San Francisco, Las Vegas, Salt Lake City, New Orleans, San Juan de Puerto Rico... 
Duele tanta juventud, pero que nois quiten lo bailado, ¿o no?

Monument Valley, Arizona. Verano del 91.

UNA NOCHE EN LA ÓPERA


Después de un día marrón. No, mejor, después de un día negro, exprimido todo el jugo que podía dar, enfrentado con la vejez cruda, de poner al límite mi paciencia y con alguna noticia giratoria no muy agradable, me fui de ópera a desconectar unas horas. Ayer se estrenaba "Attila", de Verdi, que sin ser de sus óperas más famosas no deja de tener ese toque mágico del compositor italiano. En un decorado bastante logrado e impactante -la guerra, siempre la guerra... ♪la güeeerra♫, que pronunciarían los italianos-, apocalíptico y lleno de muerte, se sucede el argumento, algo entrevesado, entre el rey huno Attilla, la italiana Odabella y su enamorado Foresto, y otros personajes menores, Papa León I incluido (a lo reina carnavalera, que por cierto saludó al final como si de uno de los protagonistas se tratara, siendo su aparatoso rol visto y no visto). Los tres personajes principales muy bien, hasta podría decantarme por Foresto (Antonio Poli), pero sin menospreciar en absoluto a sus dos compañeros Attila (Marko Mimica) y Odabella (Tanya Ivanova). El coro, muy bien, inexplicablemente ataviado con mascarilla; no entiendo eso de cantar con un tapabocas, incongruencia pura, ¿no ha habido ya suficiente COVID? Sólo el coro la utilizaba.
Así, entre el prólogo, tres actos más y entre medio un interminable descanso de 20 minutos, salí de la calatravada para terminar la noche regalándome un japonés en Santa Cruz. Una cena frugal que suele rematar mis noches de ópera.
En moto a casa, fría la noche, con la cabeza suficientemente despejada después de mi catártica ópera, me fui a la cama sabiendo que los fantasmas regresarían con el nuevo día. 
¡Bienvenidos! les dije al despertarme.
Bronski Beat, *Smallboy town.

ÁFRICA


Cuando vivía en Las Palmas de Gran Canaria, durante mis años de estudiante, mi compañera de carrera me regaló mi primer perro -perra-, un chow chow dijo ella, el cual al crecer se tornó ratonero, mil leches, que dirían los los malhablados. 
Kenya, así se llamaba, vivió conmigo y con mis padres, 16 años. Kenya, sí, ya mi carácter estaba forjado, en parte con gran sensibilidad hacia los animales, soñando con viajar por el mundo y,e n particular, para hacer un safari por África y ver animales salvajes en su hábitat. Por esas coincidencias de la vida, mientras terminaba la carrera, fui a Kenya por primera vez, sin un duro y con todas las expectativas del mundo. Contraté un safari, imagino que el más cutre, a Masai Mara, que incluía una caseta de campaña de una persona, posiblemente la caseta más pequeña donde he dormido, con un colchón y poco más. Comida en cada parada, cenas alrededor de una hoguera y visitas al parque durante tres días, creo recordar. La experiencia fue simplemente maravillosa; dormir con el sonido de la selva, los atardeceres, las jirafas sobre el horizonte, las manadas de elefantes... Fue una emoción egoísta difícil de explicar y menos aún de compartir. Con los años acabé siendo vegetariano y aborreciendo los zoos, entre otras cosas.

Camille Saint-Saëns, *África, Op.89

SABIO

Se cumplen hoy 800 años del nacimiento del rey castellano Alfonso X el Sabio. Nos deja, entre otro legado, las famosas Cantigas de Santa María.

Alfonso X de Castilla, llamado «el Sabio» (Toledo, 23 de noviembre de 1221​-Sevilla, 4 de abril de 1284​), fue rey de la Corona de Castilla y de los demás reinos con los que se intitulaba entre 1252 y 1284. A la muerte de su padre, Fernando III «el Santo», reanudó la ofensiva contra los musulmanes, y ocupó Jerez (1253), arrasó Salé, el puerto de Rabat, (1260) y conquistó Cádiz (c. 1262). En 1264, tuvo que hacer frente a una importante revuelta de los mudéjares de Murcia y del valle del Guadalquivir. Como hijo de Beatriz de Suabia, aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado sin obtener éxito alguno.​
Los últimos años de su reinado fueron especialmente sombríos, debido al conflicto sucesorio provocado por la muerte prematura de su primogénito, Fernando de la Cerda, y la minoría de edad de sus hijos, lo que desembocó en la rebelión abierta de su hijo el infante Sancho y gran parte de la nobleza y las ciudades del reino.​ Alfonso murió en Sevilla durante el transcurso de esta revuelta, habiendo desheredado a su hijo Sancho.
En cuanto a aspectos administrativos llevó a cabo una activa y beneficiosa política económica, reformando la moneda y la hacienda, concediendo numerosas ferias y reconociendo al Honrado Concejo de la Mesta.​
También es reconocido por la obra literaria, científica, histórica y jurídica realizada por su escritorio real. ​Alfonso X patrocinó, supervisó y, a menudo, participó con su propia escritura y en colaboración con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos conocido como Escuela de Traductores de Toledo, en la composición de una ingente obra literaria que inicia en buena medida la prosa en castellano. Elaboró de su pluma las Cantigas de Santa María y otros versos y realizó así un gran aporte a la lengua culta del momento en la corte del reino, el galaicoportugués, que por su noble autor nos ha perdurado.
En 1935, se le reconoció como astrónomo, nombrando en su honor al cráter lunar «Alphonsus». (Wikipedia)
Cantigas de Santa María, *Strela Do Día.

NO HAY CAMINO


Todo pasa y todo queda, dice Machado, qué gran verdad. Con el inexorable paso de los años vamos adquiriendo sabiduría -eso me gusta creer-, perdemos a los seres queridos, nos vamos quedando solos de alguna manera, aunque atesoramos las joyas que cada uno va recogiendo de la cueva de Alí Babá en la que estamos desde que nacemos. De nada sirve gritar "Ábreté Sésamo", la contraseña cambia a diario y nunca damos con ella, así que seguimos aquí, caminando, sobreviviendo, aguantando y alimentándonos con nuestro maná particular salpimentado con ese toque de felicidad.
Nunca es tarde, todo suma, me anima día tras día mi amigo sabio con estas palabras, insuflando fuerza y ayudándome a encontrar el camino del tiranosaurio. Así, de esta manera, con años, más kilos y menos pelo y tiempo del deseable, me adentro poco a poco en el ejercicio, quién lo iba a decir. 
Parece que va a ser verdad eso de que uno nunca pierde su capacidad de asombro. Yo doy gracias por ello continuamente.
Serrat, *Cantares.

lunes, 22 de noviembre de 2021

PURO OPTIMISMO

   Acostarse es un acto de fe, uno no sabe nunca si despertará la mañana siguiente.

MAR DE CANARIAS

Teobaldo Power, *Cantos canarios.

Regresamos de La Palma con un sabor agridulce por haber visto con nuestros propios ojos la grandeza de la naturaleza y el horror que causa con su poder. La colada de lava incandescente es hipnotizante a la par que destructora. 
¿Debemos ir a ver el volcán o quedarnos en casa y solidarizarnos con los palmeros? He aquí una buena pregunta, ¡qué hacer! Claro que cada uno de nosotros lo ve de una forma particular y cualquier respuesta es buena. Yo, para empezar, no las tenía todas conmigo y, hasta el último momento, le daba vueltas a la cabeza con aquello de ir o no ir: las cenizas y el motor de las motos, los ojos, la calidad del aire y mi alergia, la percepción de la gente ante tal avalancha de curiosos, etc., saltaban en mi cabeza de un lado a otro. Pregunté a los que ya habían ido, a amigos palmeros, a residentes, y finalmente la decisión fue la que fue.  
¿Por qué, como en otros lugares con mares interiores, no tiene nombre el nuestro? Mar de Canarias, así lo veo, una extensión de cada isla que nos uno mas que separarnos para convertirnos en una sobre el mismo mar, que diría la canción. Así, La Palma sería la extensión de Punta de Teno hacia el NO, tal y como La Gomera está unida a Los Cristianos, Santa Cruz a Agaete y así isla tras isla, rincón con rincón. Estando pues La Palma y Tenerife conectadas por el Mar de Canarias, ¿cómo no ir a visitarla para ver el volcán? 
Con este viaje, además, aportamos nuestro granito de arena a la economía isleña. Billetes de barco, hotel, desayunos, almuerzos, cenas, cafés, gasolina... Sabida es la amabilidad de los palmeros que, en ningún momento y estando pasando esas vicisitudes, nos demostraron lo contrario en ningún momento de nuestra estancia. Por lo tanto, sumando las piezas y ordenándolas, ir a La Palma en estas circunstancias es una muy buena idea y, de esta manera, podemos mostrar nuestra solidaridad con una extensión de nosotros mismos.
Benito Cabrera, *Una sobre el mismo mar.

domingo, 21 de noviembre de 2021