sábado, 6 de marzo de 2021

BE WATER!

Cambiar un hábito adquirido con los años es complicado, difícil, pero como caso todo, trabajándoselo, acaba ocurriendo. Hasta hace poco mis fines de semana en Tenerife empezaban como las gallinas, escuchando el sonido de los pasos de mi perra en el frío suelo de mármol, impaciente por salir al jardín. Yo, oído avizor, bajaba raudo a saludarla y a darle pasos a su dominios. Luego café y el día daba comienzo como si de la comprobación de replanteo de la vida se tratara.
Esta mañana, empujado a alcanzar las respectivas fases del sueño por moderna farmacología prescrita -o prescribida, que suena mejor incluso-, he conseguido dormir hasta las 8, ¡como si estuviera de vacaciones en el Hilton!
Hablaba con P anoche y le contaba que estoy en un momento de la vida en que veo todo está empezando a superarme, ¿tendré ya demasiadas cosas para poderlas abarcar? Demasiado trabajo, muy pocas horas, lejos quedan los años en que nos sentíamos superhéroes, no cabe duda.
Bueno, pero menos es nada, son ya las 9 de la mañana de un sábado enterito por delante, suena The Script en Spotify y empiezo por un apasionante Libro del Edificio que dará paso a lo siguiente de la lista y así sucesivamente. Paso a paso hasta que el cuerpo aguante. Y el cerebro.
Be water myself!
The Script, *Superheroes.

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