Por fin, después de una semana de intrigas palaciegas y cuchicheos, estoy de vacaciones.
Vacaciones diferentes las de este año, caseras, isleñas, sin amigos, pero vacaciones al fin y al cabo. La guerra de desgaste es tan grande que he acabado este año, literalmente, con la lengua fuera, exhausto. A ver qué me encuentro a mi vuelta. Si vuelvo.
Feliz Navidad a todos.
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