Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada, reza el dicho. Granada es preciosa, nada que objetar, pero yo siento pena -les aseguro que no es en absoluto pedantería, siempre realidad- de aquellos a los que no les gusta la música clásica, no digamos ya a los que no les gusta en general. La música es de las pocas cosas que logran devolverme la fe en este mundo en el que vivimos, ahora más necesaria (ambas, fe y música) que nunca.
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Edward Elgar, *Cello Concerto in E Minor, Op.85
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