viernes, 14 de agosto de 2020

LA 3ª LEY

Cada acción conlleva una reacción, he aquí una verdad inamovible, no vamos a contradecir a Newton. 
Acabo de terminar de ver la saga de El Padrino, las tres partes. Posiblemente sean mis películas preferidas de todos los tiempos, de las que recuerdo gran parte de los diálogos. En ellas encontramos personajes poderosos y malvados, pero también muchos que pagan por lo que han hecho; nada de castigo divino, no, todo muy terrenal. Uno es pacífico por naturaleza pero, ¡cuántas veces habremos deseado tener un poco de poder como el de Vito Corleone! ¿o no?
He pensado mucho estos días en cómo nos comportamos los humanos cuando llegamos a una encrucijada, a veces importante, otras banal, pero donde hay que tomar siempre una decisión. Éstas van encaminando nuestra vida hacia un lado u otro, nos acercan a las personas y otras nos alejan de ellas. La familia crece o mengua, los amigos se quedan o los alejamos y así sucesivamente. En ocasiones esto se hace duro: la educación, la moral, el complejo de culpabilidad que aparece de golpe, todo esto nos pone freno a actuar de una determinada manera, pero con los años aprendemos a sacudirnos como un perro el agua y a seguir viviendo. Ya somos suficientemente mayores para seguir aguantando ciertas actitudes de los demás, que les den a los ofendidos, a los que están siempre encantados de conocerse, a esos tan estupendos que se creen infalibles, a todos ellos. ¿Que piensan que estoy enfadado y he cambiado? ¡Pues sí, lo estoy, lo he hecho, y con absoluta consciencia de ello!
Tic Tac.

Que se callen los credos y las escuelas,
Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno, original energía.

Fragmento de "Me celebro y ma canto a mi mismo"
Poema de Walt Withman.
El Padrino BSO, Nino Rota. *The Godfather Waltz.

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