Tuvimos ayer comida familiar, la primera después de estos últimos tres meses, distendida y feliz. Durante la misma hablamos de muchas cosas, intentando recuperar el tiempo perdido, si esto fuera posible, de lo humano y lo divino, hasta de política, cosa que me sorprendió porque no es un tema recurrente en nuestras reuniones. Surgió la conversación al contarnos mi padre que le había comentado un amigo sobre la supuesta manifestación convocada este fin de semana en contra del Gobierno. Sorprendido me quedé al saber la respuesta tan coherente que le dio mi padre al susodicho: no sé porqué protestan, cualquier gobierno lo hubiera hecho igual, esto no había ocurrido antes, y cambió de tema.
En estos tiempos aciagos uno ha de sacar fuerzas de donde sea para sobrellevar con estoicismo la ingente cantidad de noticias que nos llegan desde todos los flancos, incluso habiendo decidido entrar en el mundo del apagón informativo, como es mi caso, decisión que tomé cuando empezó la lista de guerra, de muertos diarios. La política lo inunda todo, la rastrera, la mentirosa, la que lo emponzoña todo y a todos: amigos que se enfadan, familias que se rompen. Por una vez ojalá la vuelta del fútbol nos llene de pan y circo y desplace la política a un segundo plano. En algún foro hasta he llegado a decir "es que a mi la política no me interesa" y mirar para otro lado temiendo decir mi opinión al respecto de lo que se hablaba. La política no me interesa, decir esto es como negar a Jesús, hasta a mi me impresiona si lo recuerdo, pero es lo que hay, a veces es mejor tener tranquilidad que tener razón.
Me preocupa esto que vivimos, no ya el maldito virus, que también, sino este ambiente enrarecido donde todo vale, donde parece que olvidamos una y otra vez las reglas del juego democrático. ¿Se imaginan a la orquesta del Titanic abriendo más agujeros en el casco del buque en vez de ayudar? Pues esto es lo que yo veo ahora en España, sabiendo que la metáfora no es la más indicada pues el final es por todos conocido. Si te caes al agua por la razón que sea, primero te lanzo el salvavidas y, cuando estés a salvo y seco, te echo la bronca, pero no al revés. No es hora de criticar al Gobierno sino de aunar fuerzas, después ya veremos, que para eso están las Elecciones, para arropar o para echar a los que son y están.
Feliz sábado, aunque cueste.
♫
Joan Manuel Serrat & Calle 13, *Algo personal.
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