Entramos de cabeza en el segundo mes y seguimos buceando viendo cada vez la superficie más cerca; un más que pasa es siempre un día menos que queda. El vaso siempre siempre medio lleno, ¿o no? Este confinamiento nos pone a prueba, no sólo físicamente mientras nos resguardamos para disminuir las posibilidades de contagio, sino mentalmente para no caer en una depresión. Por eso nada mejor que ¡lagarto lagarto! con las noticias, sobre todo en la TV. Esta tarde intentaba encontrar un capítulo de los Simpson en los que la familia viaja a París y, en el momento que estaba trasteando con el mando a distancia buscando la dichosa tele a la carta, según instrucciones aprendidas previamente, las noticias de la cadena que fuera rugieron con la noticia monotemática, esta vez sobre la crisis que se nos viene encima, si no está ya sobre nuestras cabezas. Nunca tardé tanto en encontrar el botón mute del mando. No, si estos segundos de desgracias sonoras pudieron conmigo. Logré encontrar el capítulo de dibujos animados, lo disfruté, y después empecé con el sufrimiento diario de continuar con la serie "La conjura contra América". Puro masoquismo, lo sé, pero es que todo lo que nos cuenta es tan posible, ucronía o no.
Empezamos este martes con Mozart, estupendo, sí. La magnífica Diana Damrau, a la que tuve la oportunidad de ver en el Metropolitan hace unos años en Rigoletto, interpretando "La flauta mágica" de Mozart. ¿Quién podría cansarse alguna vez de escuchar a Mozart? Vitaminas de fuerza para el alma y los sentidos.
♫
*O zittre nicht.
*Der hölle rache.
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