Esto de la cuarentena dichosa me hace recordar, aún con más emoción, mis viajes. Hoy me vino a la mente, a saber por qué asociación de ideas, los restaurantes a los que acudíamos durante nuestra estancia en Anchorage, Alaska, el invierno pasado. Tuvimos varios lugares recurrentes, pero terminamos almorzando siempre en restaurantes vietnamitas, sopa pho, por rica, contundente, sana y barata.
Golden Corral, 1973
Aquí, en el Golden Corral, comimos un par de veces después de que la recepcionista del hotel nos lo recomendara encarecidamente. Un buffet enorme: mucha comida, mucha gente, mucho fritango; para alguien que no come carne la cosa estaba un poco cruda, así que después de la segunda vez no volvimos más. En la foto de 1973 se pueden ver los típicos grandes coches americanos, reemplazados ahora por enormes todoterrenos.
En varios de este tipo almorzamos sopas tan suculentas como ésta. Paraíso para un vegetariano, sin duda.
Normalmente desayunábamos en el hotel contiguo al nuestro, salvo en un par de ocasiones que descubrimos un pequeño restaurante donde comer unos buenísimos huevos benedictine, perfectos para salir con la barriga llena a alguna de las excursiones fuera de la ciudad.
"Moose's Tooth Pizzería", adonde fuimos a cenar dos o tres veces. Un sitio muy agradable, muy animado y con unas pizzas algo extrañas para mi: el tomate lo colocaban crudo, por encima, al sacar la pizza del horno. Hacía frío fuera, estábamos casi en octubre -¿se imaginan entrado el otoño en Alaska?- y poder sentarse en el calorcito del restaurante era una bendición.
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