Lazos cortados con la casa Citroën de Acorán, no han estado a la altura y, después de confirmarme que el mecanismo de apertura no se vende suelto y que hay que cambiar la tapa de la guantera completa -por el módico precio de 413€- Simplemente es un robo, y así lo hice saber, a la par que comunicar la anulación de la cita y mi desaparición literal como cliente. Ya cuento los días para terminar de pagar el coche y cambiarlo ipso facto. Todavía estoy alucinado con el precio de la tapa de la guantera. Este fin de semana me pondré con tesón y cuidado, pertrechado de sendas palancas, a abrirla como pueda. ¡Adión Citroën!, ¡ladrón!, has perdido un cliente para toda la vida.
Y ahora un poco de música para evadirme y quitarme esta mala sangre.
Y ahora un poco de música para evadirme y quitarme esta mala sangre.
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Los Pescadores de Perlas, Bizet.
*Au fond du temple saint.
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