sábado, 13 de agosto de 2016

EL NO MÁS FÁCIL

Leí una época algo de psicología, sobre asertividad, inteligencia emocional, cómo decir que no, etc., un tema interesantísimo, más aún cuando se trabaja cara a los demás y, en definitiva, para ellos. Claro que, si aceptamos que en muchas ocasiones decir NO es muy difícil, también puede ocurrir lo contrario, que la respuesta negativa sea automática. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con alguna persona que, antes de pensar en encontrar una solución, por muy complicada que ésta sea (si la hubiera), prefiere decir no? En estos casos el interlocutor que queda sin armas y frustrado. Creo que más vale decir "no sé", y pensarlo con calma que decir no de entrada. En muchos casos, una vez estudiado el caso, si se tiene intención de hacerlo, se encuentra posteriormente una solución pero ya puede ser tarde, alguien se ha ido decepcionado y quizá no vuelva a plantear la duda nuevamente. Llevar la cotraria porque sí, decir que no como dogma, pude parecer tener mucha seguridad durante la conversación, pero me temo que termina siendo lo opuesto. 
Recuerdo ahora algo que leí y que me pareció genial por su simpleza: Aléjate de las personas negativas, son capaces de encontrar un problema para cada solución.

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