miércoles, 25 de mayo de 2016

HIMNO DEL FIN DE SEMANA

Echo de menos aquellos tiempos cuando los arquitectos teníamos trabajo y pasaba la mayor parte del día en el estudio, dibujando, en alguna reunión con representantes de construcción, con los clientes alrededor de la mesa de juntas o simplemente yendo un par de veces al bar del barrio a tomarme un cortado. Tiempos sencillos donde el estrés brillaba por su ausencia, solo agobios de última hora al entregar un proyecto, poco más. Claro que no todo lo que brilla es oro e igualmente recuerdo que en esa época muchos fines de semana eran como días normales, ni los notaba pasar. Continuaba pasando unas buenas horas en el estudio adelantando trabajo, dibujando. Ha llovido mucho desde entonces, el estudio está alquilado, uno de mis socios muerto como nuestra profesión y ahora uno se busca la vida, hablando vulgarmente. Trabajar como autónomo es una tarea ímproba y cara, trabajar para los demás da una cierta tranquilidad aunque no sea la panacea, pero es lo que hay. Ahora, en cambio, los fines de semana son la joya de la corona, los mejores días de la semana que atesro, cuido y disfruto, ya sea volando a otra isla o encerrado en casa con mis perras viendo películas viejas... il dolce far niente.
Coldplay, *Hymn for the weekend.

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