sábado, 16 de abril de 2016

ERA POST-SORIA

En España vivimos los coletazos posteriores a la dimisión del que fuera todopoderoso ministro de Industria y Turismo, el inefable Soria, protegido, exculpado y apoyado hasta el último momento por Mariano Rajoy (él pensará ¿y qué más da otra raya más pa'un tigre?). Ya, una vez sabido que mintió como un bellaco, Rajoy ni mú y este tipo siniestro empezará ahora a decir que todo es legal, aquello mismito que dijo que era un error, que él no estaba y bla bla bla. 
Solo nos queda ser optimistas, ¿cambiará la política energéticopetrolera en favor de las energías renovables una vez ha desaparecido este fulano? ¿lo declararán persona non grata en las islas por ser la vergüenza de los canarios? ¿le caerá la pena de exilio y lo enviarán a la isla de Jersey?
Pero, si algo bueno hay que sacarle a este nuevo capítulo del triste culebrón español de la corrupción es que los españoles seguimos demostrando que en sentido del humos no nos gana nadie.


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