Decir públicamente que uno simpatiza con Israel, en estos tiempos y en Europa, es lo menos políticamente correcto que puede haber. Uno tiene que ser propalestino siempre, pase lo que pase, porque ser de izquierdas y projudío es sionismo, algo imperdonable. ¿Qué puedo decir a estas alturas que no sepa quien lee mis modestas reflexiones? Poca cosa.
Esta mañana leía un periódico online supuesto adalid de la transparencia periodística -buscamos la verdad para hacerte más libres, es su lema- y me encontré con un pequeño artículo sobre estos atentados en Israel de palestinos que apuñalan a judíos, soldados que disparan y acaban con ellos y de oca a oca, terrible desgraciadamente. Pues bien, el titular decía algo así: SOLDADOS ISRAELÍES MATAN A UN PALESTINO DESPUÉS DE APUÑALAR PRESUNTAMENTE A UN CIUDADANO JUDÍO. ¿Se puede ser menos objetivo? No sé yo cómo es posible apuñalar presuntamente a alguien, pero en fin, las imágenes serán todas falsas. 2+2.
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