¡Pero qué modernos somos en España! permitimos a los invertidos casarse y ahora hasta tenemos un presidente que se va de sarao con ellos. Supongo que ese partido tan de derechas llamado PP, el mismo que tiene metido lo de las bodas gays en el Tribunal Constitucional, no se habrá enterado de que se casa uno de ellos ¡con un hombre! y que por eso su presidente, sí, el del partido y el del país, que no es lo mismo pero es igual, se apunta al convite. ¡Válgame dios, pero hasta dónde hemos llegado!
Ahora en serio, ¿cuándo dejará de ser noticias cosas como esta? ¿a quién le importa que se case el tal Maroto, con un tío, o con Rita la Cantadora (que no la Barberá)? Pues supongo que a él, a su novio, a sus familias y amigos, o sea a cuatro gatos. ¡País de pandereta!
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