lunes, 26 de enero de 2015

AUSCHWITZ 70 AÑOS DESPUÉS (O EL JUEGO DE LA IMAGINACIÓN)

Mi compañero de estudio, desgraciadamente ya fallecido, y yo pasábamos muchas horas juntos trabajando, él tenía su mesa frente a la mía, por lo que nos veíamos las caras todo el tiempo, esto sumado a que Juan no era muy docto con el ordenador y normalmente me acercaba a su mesa mil veces al día para resolver esas pequeñas dudas informáticas. Obvio es pensar que si compartíamos mucho tiempo también hablábamos de casi todo, de lo divino y de lo humano. Uno de los temas recurrentes, cada año, era la celebración de la Shoá -El Holocausto-, pues él creía que era demasiado recordar año tras año lo sucedido, que era morboso. Yo, año tras año también, le decía que estaba totalmente en desacuerdo con él y que pensaba que nunca era suficiente recordar el Holocausto. Hoy, por ejemplo, le hubiera hablado del partido griego Amanecer Dorado, neonazi (increíble). Nunca, repito, nunca será suficiente recordar lo acontecido en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Juguemos un momento a imaginar. Hoy, por ejemplo, el partido en el poder se reúne y decide que los pelirrojos son los causantes de la crisis y comienza una campaña contra ellos (contra mi), por poner un ejemplo (si antes fue la religión, la raza, la salud o la tendencia sexual, también podría servir un color de pelo, ¿no?). Así, una vez comenzada la campaña de acoso, día tras día aparecen en los periódicos y en la televisión arengas con toda clase de justificaciones para denostar a este grupo de personas. Con el paso del tiempo, no demasiado, una día normal, como cualquier otro, me detienen por ser pelirrojo, me internan en un campo de concentración y me gasean.
No algo sí sino mucho pero fue lo que ocurrió cuando los nazis campaban a sus anchas por Europa. ¿Olvidarlo? ¡jamás!
Lajos Erdelyi, de 87 años, posa con un dibujo hecho por un compañero del campo de exterminio en Budapest el 13 de enero de 2015. Erdelyi fue enviado a Auschwitz-Birkenau en mayo de 1944 y más tarde fue trasladado a otro campo. Cuando fue liberado pesaba menos de 30kg, trató de llegar a su casa caminando pero se desplomó, y fue llevado a un hospital por un agricultor.
LASZLO BALOGH (REUTERS) 
Halina Brzozowska, de 82 años, que fue registrada en el número 86356, posa con una imagen de sí misma que fue tomada durante la guerra, en Varsovia el 12 de enero de 2015. Brzozowska tenía 12 años cuando fue enviada con su familia a un campamento en Pruszkow. Ella y su hermana de 6 años fueron trasladadas posteriormente en tren a Auschwitz-Birkenau. A Brzozowska le resulta difícil explicar lo que les sucedió. Fueron sacados de sus casas, separados de sus familiares y perdieron su infancia.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Danuta Bogdaniuk-Bogucka (nombre de soltera Kaminska), de 80 años, posa para un retrato en Varsovia 5 de enero de 2015. Bogdaniuk-Bogucka tenía10 años cuando fue enviado al campo de Auschwitz-Birkenau con su madre. Después de la guerra se reencontró con su madre y descubrieron que ambas habían estado en el campo de Ravensbruck al mismo tiempo.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Jacek Nadolny, de 77 años, fue registrado con el número 192685, tenía 7 años cuando fue enviado con su familia a Auschwitz-Birkenau en tren. En enero de 1945 la familia se trasladó a un campo de trabajo en Berlín. En la imagen, Nadolny sostiene una foto de su familia. Varsovia, 7 de enero de 2015.
KACPER PEMPEL (Reuters)
Eva Fahidi, de 90 años, posa con una foto de su familia, quienes fueron asesinados en el campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, en Budapest 12 de enero de 2015. Fahidi tenía 18 años en 1944, cuando ella y su familia fueron trasladados desde Debrecen a Auschwitz-Birkenau.
LASZLO BALOGH (REUTERS)
Laszlo Bernath, de 87 años, posa para un retrato en Budapest 12 de enero de 2015. Bernath tenía 15 años cuando llevaron a su familia al campo de exterminio pero recuerda que su padre le dijo que mintiese sobre su edad para que no les separasen. Dice que incluso estando en el campo, él no era consciente de la existencia de las cámaras de gas. Budapest, 12 de enero de 2015.
LASZLO BALOGH (REUTERS)
Janina Reklajtis, de 80 años, que fue registrada con el número de campo 83043, sostiene una foto suya tomada durante la guerra mientras posa para un retrato en Varsovia el 7 de enero de 2015. Reklajtis tenía 12 años, cuando ella y su madre fueron enviadas a Auschwitz-Birkenau. En enero de 1945 fueron enviadas a un campo de trabajo en Berlín donde permanecieron hasta que fueron liberados.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Maria Stroinska, de 82 años, sostiene una foto de familia tomada antes de la guerra. Stroinska tenía 12 años, cuando ella y su hermana fueron enviadas desde su casa a un campamento en Pruszkow antes de que ella viajase sola en tren a Auschwitz-Birkenau. Varsovia, 12 de enero de 2015.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Janos Forgacs, de 87 años, muestra un documento de la época de la guerra mientras posa para un retrato en Budapest el 12 de enero de 2015. Forgacs recuerda que él fue trasladado a un campamento en un vagón de ganado, con las ventanas cerradas con alambre de púas. Un oficial militar les obligó entregar sus pertenencias diciéndoles que no las necesitarían más.
LASZLO BALOGH (REUTERS)
Barbara Doniecka, de 80 años, que fue registrado con el número de campo 86341, posa en Varsovia el 12 de enero de 2015. Doniecka tenía 12 años cuando fue enviada a Auschwitz-Birkenau con su madre.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Erzsebet Brodt, de 89 años, posa en Budapest el 12 de enero de 2015. Brodt tenía 17 años cuando fue enviada a Auschwitz-Birkenau junto con su familia. Recuerda que, en su viaje al campo de prisioneros, los que estaban enfermos o mujeres embarazadas fueron expulsados y los llevaron a otro vagón. Cuando el vagón se abrió en Auschwitz vieron que todos los de ese vagón estaban muertos.
LASZLO BALOGH (REUTERS)
Imre Varsányi, de 86 años, posa con una foto de compañeros supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, en Budapest el 12 de enero de 2015. Varsányi tenía 14 años de edad, cuando él y su familia fueron enviados a Auschwitz -Birkenau. Él era el único miembro de su familia que sobrevivió. Después de la guerra, Varsányi no habló de Auschwitz durante 60 años porque se sentía avergonzado de haber sobrevivido.
LASZLO BALOGH (REUTERS)
Elzbieta Sobczynska, de 80 años, que tuvo el número 85536 en el campo de exterminio, posa para un retrato en Varsovia el 7 de enero de 2015. Durante el Levantamiento de Varsovia, cuando Sobczynska tenía 10 años, fue enviada con su madre y hermano a un campamento en Pruszkow y luego fue trasladada en tren a Auschwitz-Birkenau. Allí fueron separados en distintos bloques la mujeres, los niños y las niñas. Sobczynska añade que le robaron la infancia y perdió la oportunidad de experimentar una vida diferente.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Stefan Sot, de 83 años, que fue registrado con el número 192705, posa con una foto suya tomada durante la guerra, en Varsovia 5 de enero de 2015. Sot tenía 13 años en agosto de 1944 cuando fue enviado desde su casa a un campamento en Pruszkow antes de ser trasladado en tren al campo de Auschwitz-Birkenau. Más tarde le llevaron a un campo de trabajo, donde trabajó en una cocina para los oficiales de las SS. Después de la guerra fue tipógrafo en una imprenta.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Zofia Wareluk, de 70 años, posa para un retrato en Varsovia 12 de enero de 2015. Wareluk nació en Auschwitz dos semanas antes de que el campo fuese liberado. Su madre fue enviada a Auschwitz cuando estaba embarazada de cuatro meses.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Jadwiga Bogucka, de 89 años, registrada con el número 86356, posa con una imagen suya de 1944, en Varsovia el 12 de enero de 2015.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Marian Majerowicz, de 88 años, que fue registrado con el número 157715 campamento, posa para un retrato en Varsovia el 13 de enero de 2015. Majerowicz tenía 17 años cuando fue enviado desde la ciudad polaca de Myszkov a Auschwitz-Birkenau. En el campamento se reunió brevemente con su padre, quien le dijo que su madre y su hermano menor habían sido asesinados en las cámaras de gas. El padre de Majerowicz no sobrevivió a la guerra.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Bogdan Bartnikowski, de 82 años, que fue registrado con el número 192731 campamento, posa con una fotografía de su familia mientras, en Varsovia 18 de diciembre de 2014. Bartnikowski tenía 12 años cuando él su madre fueron enviados al campo de Auschwitz Birkenau. Ellos fueron trasladados de un campamento a otro varias veces. Después de la guerra Bartnikowski trabajó como piloto y luego se convirtió en periodista y escritor.
KACPER PEMPEL (REUTERS)
Jerzy Ulatowski, de 83 años, que fue registrado con el número 192823 campamento, posa para una foto en Varsovia 12 de enero de 2015. Ulatowski fue tomada por el tren a Auschwitz-Birkenau, cuando tenía 13 años de edad. En enero de 1945 se las arregló para escapar con su familia en un momento de poca vigilancia en la alambrada que rodeaba el campo.

KACPER PEMPEL (REUTERS) 
http://elpais.com/elpais/2015/01/21/album/1421861385_666225.html#1421861385_666225_1421861553

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