domingo, 26 de enero de 2014

A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS

Sigue el caso Noos. Los abogados de la Infanta, o sea Roca y los suyos, Rajoy, el fiscal, los periódicos del régimen, etc., continúan metiéndonos por los ojos (¿y por otro lado también?) que ella NO SABÍA NADA, QUE ESTABA ENAMORADA, o sea, que era tonta. 
Vale, bien.
El Rey ha perdido una oportunidad de oro para estar a la altura de las circunstancia y dejar claro que la Casa Real no aprueba en absoluto estos comportamientos, borrándola de la línea de sucesión, obligarla a divorciarse o, si ella no quiere, pues que haga lo que quiera pero se quede fuera del cotarro monárquico, ese que pagamos los españolitos te guste o no. Porque, si está pringada debió despacharla hace mucho tiempo ya, y si no está pringada porque es tonta, peor me lo pones.
Mientras, ella, el otro y la familia viviendo en Suiza a cuerpo de Rey -nunca mejor dicho-.

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