lunes, 5 de agosto de 2013

"HOMELAND" A LA ESPAÑOLA



Quién es el pederasta indultado en Marruecos y quién está detrás de su puesta en libertad
El rey Mohamed VI revocó ayer su medida de gracia, aunque el reo ya está fuera del país. Daniel Galván Viña sería la nueva identidad que el CNI le dio para salir de Irak. El pederasta indultado arruina en parte la operación diplomática del rey Juan Carlos.
Pedro González
http://www.zoomnews.es/80660/actualidad/mundo/cni-y-dged-recelo-desconfianza-y-forzosa-cooperacion


Las casas reales de Marruecos y España habían preparado con mimo y sumo cuidado el último viaje del rey Juan Carlos a Marruecos. Era la primera salida al extranjero del monarca español después de su enésima convalecencia, destinada en gran medida a recuperar su prestigio, ampliamente cuestionado a partir de los episodios de Botswana y el caso Noos, convertido popularmente en el caso Urdangarin
Se acordaron gestos inéditos extraordinarios de Mohamed VI hacia su tío español, como la invitación exclusiva a compartir una cena hogareña de Ramadán, tradicionalmente reservada solo a los familiares directos. Y, además de no sacar a colación los posibles puntos de fricción entre ambos países, sí atender positivamente la petición del jefe del Estado español de indultar a unos cuantos presos, 48 en total, de los que han sido juzgados y condenados en Marruecos, la inmensa mayoría por delitos relacionados con el tráfico de drogas. El balance final de la visita resultó como se había previsto: un espaldarazo español al rey de Marruecos por su política de cooperación y de apertura política, y una demostración ostensible de que Juan Carlos sigue siendo el mejor embajador de España. El inmediatamente posterior acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea ponía la rúbrica al éxito diplomático de la visita. Hasta que el monarca alauí firmó el indulto y consiguiente liberación de los presos españoles, con la lógica satisfacción de sus compatriotas de verlos repatriados, aunque fuera para seguir cumpliendo condena en las prisiones de casa.

Tan idílico paisaje se torció en cuanto Najia Adib, presidenta de la Asociación No Toquéis a mis Niños, se percató de que entre los indultados estaba Daniel Galván Viña, un pederasta de 64 años, condenado a 30 años de cárcel por haber abusado de once menores marroquíes, niños y niñas, a seis de los cuales debía indemnizar además con 50.000 dirhams (4.400 euros) a cada uno. Pero, cuando dio la voz de alarma, el indultado ya había sido liberado y había regresado a España por Ceuta. La citada asociación, arropada por otras organizaciones de derechos humanos y algunas personalidades individuales, convocaron manifestaciones de protesta y exigieron explicaciones a la casa real, que en un gesto absolutamente inusual explicó haber firmado el indulto desconociendo la gravedad de los delitos del referido pederasta . El propio Mohamed VI decidió este domingo, con "carácter excepcional", revocar su propia medida de gracia. Previamente, el ministro de Justicia, Mustafá Ramid, había salido al paso arguyendo que el monarca concede los indultos a presos extranjeros "en función de los intereses de Marruecos", y que ello "es una práctica corriente en el marco de las relaciones diplomáticas entre países". 
La premura del pederasta Galván en salir del país tan pronto como recibió el salvoconducto alentó las sospechas de que no era un preso corriente, y que su liberación podría haber sido fruto de un acuerdo entre los dos servicios secretos, el español Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el marroquí, la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED). Sería el pago del CNI a su presunto exagente, al que le habría dotado de esta nueva identidad para sacarle de su Irak natal, en donde podría haber formado parte de la red de colaboradores tejida por el CNI.
Hay que remontarse al principio de la década de este siglo, cuando Estados Unidos decide unilateralmente invadir Irak esgrimiendo dos razones: que Sadam Husein posee armas de destrucción masiva y que apoya a Al Qaeda. Para comprobar su veracidad, los servicios de inteligencia de todo el mundo despliegan a sus agentes de espionaje. En España, Sebastián Villanueva, jefe de Inteligencia Exterior del CNI y máximo responsable del Servicio de Información de Oriente Medio, pulsa su red de colaboradores iraquíes. Rodeado de fuertes presiones nacionales e internacionales, y en una frenética carrera contra el tiempo, descubre la falsedad e informa al Gobierno de José María Aznar para detener la participación española en el conflicto.
Pero, las motivaciones políticas hacen inútiles todos los esfuerzos y, tras la Cumbre de las Azores, el mundo asiste perplejo al estallido de la guerra. Ya en pleno conflicto, la red de colaboradores iraquíes al servicio del CNI reclama que no los abandone a su suerte en Irak. Villanueva les promete ayuda. El Gobierno, sin embargo, le pone trabas para cumplir su promesa, una situación que dispara la tensión y enciende los deseos de venganza. La inmediata consecuencia fue el asesinato selectivo del sargento José Antonio Bernal en el recinto de la propia embajada española. Luego, una emboscada terminaría con la vida de los otros ocho españoles del CNI, a los que tres agentes iraquíes, ya descubiertos por los servicios de Sadam Husein, les habían advertido previamente de que no tolerarían "una nueva traición de España."
A raíz de la exterminación de nueve de los mejores agentes del CNI, y de la posterior retirada de las tropas españolas de Irak decretada por el presidente José Luis Rodriguez Zapatero, un número indeterminado de antiguos colaboradores iraquíes habrían sido reclutados para infiltrarse en los medios islamistas al servicio del CNI. Sería así como el pederasta, ahora indultado, Daniel Galván obtuvo esta identidad, con un domicilio en Torrevieja y un trabajo de becario en el área de Relaciones Internacionales de la Universidad de Murcia (UMU). Con tal estatus permaneció entre el 9 de enero de 1996 y el 30 de enero de 1998. Al finalizar el contrato, el mismo departamento de la Universidad murciana le firmó un contrato como personal administrativo y de servicios, que concluyó el 1 de septiembre de 2002. 
Según los registros de la UMU era licenciado en Biología, pero nunca dio clases de Ciencias Oceánicas, que es como se presentó ante sus vecinos de la ciudad marroquí de Kenitra, cuando fijó allí su residencia en 2005 "como profesor español jubilado". Nada se sabe -salvo seguramente el CNI- de las actividades desarrolladas por Galván entre 2002 y 2005, e incluso posteriormente, hasta que fue detenido por pedófilo en 2010, después de encontrársele un CD y dos llaves USB con fotos y videos pornográficos, en los que aparecía abusando de niños de ambos sexos.
A su abogado, Mohamed Benjedou, le reconoció haber sido oficial del ejército iraquí, y haber nacido en Corna, cerca de Basora, pero también le infló su propio curriculum afirmando haber sido catedrático en Ciencias Oceánicas, licenciatura que casualmente no imparte la Universidad de Murcia. 
Su caso ha emponzoñado, siquiera parcial y transitoriamente, las relaciones con Marruecos. Por cierto, no es el primer pedófilo entre los espías presuntamente reclutados por el CNI. En febrero de 2010 fue detenido Amin B., imán de la localidad cartagenera de El Algar, de nacionalidad marroquí. Pruebas abrumadoras le acusaban de haber abusado de cinco niñas, de edades entre 6 y 11 años, a las que impartía clase del Corán. Hasta entonces, y según una investigación del diario La Verdad, había sido una valioso colaborador del CNI.
Las relaciones entre las dos centrales de inteligencia española y marroquí han estado presididas siempre por los recelos y la mutua desconfianza, al tiempo que se produce una notable cooperación forzada en asuntos cruciales para la seguridad de ambos países. Este pasado mes de mayo, el CNI ordenaba la expulsión del país del ciudadano marroquí Noureddin Ziani, un dirigente musulmán con el que Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) contaba para atraer al independentismo a las comunidades islámicas de Cataluña. En su orden de expulsión figuraban cargos como "amenazar la seguridad nacional y comprometer las relaciones de España con otros países", además de ser catalogado como un "colaborador muy relevante de un servicio de inteligencia extranjero (no lo menciona expresamente) desde el año 2000".
La decisión fue muy protestada por Ángel Colom, secretario de Inmigración de CDC y director de la Fundación Nous Catalans, que la calificó de "maniobra para meter miedo a todos los inmigrantes que poco a poco se aproximan al derecho a decidir y al proceso soberanista de Cataluña". Colom había nombrado a Ziani director del Espacio Catalano-Marroquí, y recorrió con él varias mezquitas de Cataluña predicando las virtudes del independentismo, porque "un Estado catalán puede proporcionarnos un mayor bienestar".
No protestó en cambio Rabat la expulsión de Ziani, que fue repatriado a Marruecos por la frontera de Melilla, habida cuenta de que tanto el independentismo de Cataluña como el de Escocia son considerados como factores de desestabilización del Magreb, si en el norte de África se emulara el ejemplo. No obstante, el papel de Ziani no está del todo claro, ya que también se le atribuye el papel de encargado de organizar manifestaciones de apoyo al régimen marroquí y contra sus principales adversarios, Argelia y el Frente Polisario.
Antes de esta expulsión de Ziani de territorio español, el CNI fue obligado a cerrar su antena de Tetuán, la antigua capital del protectorado español, delegación que había instalado el Gobierno de Madrid hacía 53 años, una vez concedida la independencia. También hubo de abandonar su antena del Rif, sita en Nador, la ciudad fronteriza con Melilla, cuyo jefe del CNI fue expulsado por Rabat de manera fulminante. Aunque nunca fuera formalmente reconocida, la causa habría sido la financiación por el CNI de Chakib Al Khayari, cuya Asociación Rif Derechos Humanos habría implicado a "instituciones del Estado" marroquí en el narcotráfico, la principal fuente de riqueza de esta región del norte del país. Por supuesto, el CNI lo niega.



Tampoco admite el CNI relación alguna con Abdelilah Issou, un ex teniente del Ejército alauí, considerado uno de los cinco mayores enemigos del país. Escondido actualmente en España, Tiempo logró entrevistarle el pasado mes de abril. Reconoció haber informado al CNI de los escándalos de corrupción, tráfico de droga, que afectaban a palacio y al propio ejército marroquí, pero también admite que el CNI le dejó "tirado" tan pronto como fue descubierto por el contraespionaje alauí.
La inteligencia marroquí ha estado siempre en hilo directo con el monarca. No en vano su jefe, Yassin Mansouri, era hombre de confianza de Mohamed VI desde que ambos compartieran pupitre en el Colegio Real de Rabat. La DGED no cesa en la persecución de los enemigos del Estado, y Abdelilah Issou es una presa a abatir. En 2010 logró resistir a un intento de secuestro por agentes marroquíes en el madrileño barrio de Villaverde.

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