LECTURA, CINE Y AGATHA CHRISTIE

Hoy vuelvo a mi juventud, a recordar las mañanas del 6 de enero en casa de mi tía Carmela, donde nos tenía como regalo de reyes, a mi hermano y a mi, libros de la colección Selecciones de la Biblioteca Oro (Eidt. Molino), con unas portadas espectaculares y de los que desgraciadamente conservo sólo algunos (uno de los primeros fur "Maldad bajo el sol" y éste sí lo conservo, viejito el pobre). Enid Blyton y "Los Cinco" dio paso a las novelas de Agatha Christie; por aquel entonces yo ya estaba irremisiblemente unido al placer de leer.

¿Quién no disfrutó con las aventuras de estos personajes, sus excursiones a los páramos o sus meriendas a base de emparedados y cerveza de jengibre?

Estos días he estado viendo algunas de sus películas y, de hecho, releo "Diez negritos", en uno de estos libros de bolsillo y que cuenta con otra de sus famosas portadas policromadas (exactamente la edición de la foto). Recordaba lo suficiente de la novela para saber que las películas (bastante malas ambas) habían cambiado el final flagrantemente. ¿Qué mejor forma de saber cómo terminaba la novela original que releerla?

Esta es una de las tareas que me he impuesto para hacer durante este caluroso fin de semana en las islas.

"Asesinato en el Orient Express" la he visto esta mañana y me entretuvo. Recordaba vagamente algunas escenas, pero consiguió volver a engancharme. Esta versión, del año 1974, fue rodada por Sidney Lumet y protagonizada por Albert Finney como Hercules Poirot y una interminable lista de estrellas americanas y europeas. Tengo pendiente la versión de "Muerte en el Nilo", rodada en 1978 por John Guillermin, y protagonizada, esta vez, por Peter Ustinov también como el detective Poirot.