lunes, 18 de febrero de 2013

LIKE A DUCK

Un proverbio inglés dice: "If it walks like a duck, quacks like a duck, looks like a duck, it must be a duck”, que traducido libremente viene a decir "Si camina como un pato, parece un pato y dice CUÁ, es un pato".
Hace unos días rondaban por el llamado "palacete de Pedralbes" (bien le gusta un lametón al personal; chalé, casa grande, mansión, chalezazo, pero ¿palacete?), hogar dulce hogar de la Infanta y su marido (el inefable Urdangarín), dos periodistas esperando la caída de la hoja, o sea cualquier cosa que aconteciera en tan tristemente famosa morada. Justo en ese momento pasaron por allí dos señoras emperifolladas a las que estos abordaron raudos:
> Señoras, ¿ven ustedes alguna vez a la Infanta y a su marido?
> Sí claro, muchas veces; coincidimos por el barrio.
> ¿Y qué les parece que la Infanta no supiera nada de los negocios de su marido?
> Pues que eso no se lo cree nadie a estas alturas; están tardando mucho en llamarla a declarar como hubieran hecho con cualquier otra persona.
O sea, CUÁ CUÁ.
Hoy, como teníamos poco con lo que ha ido soltando el ex socio de Urdangarín, se publican una serie de nuevos correos electrónicos donde aparece ¡oh sorpresa! el nombre de la tal Corinna de apellido impronunciable (zu Sayn-Wittgenstein), donde se comenta el trato que cada uno tiene con su amigo o con su suegro, según sea el caso. El suegro y el anterior jefe de la Casa Real aparecen recurrentemente en los correos que pueden convertirse, tal es ya el andar de la perrita, en la correspondencia más famosa de la Historia de España, aunque aquí se haya cambiado el lacre por el em-palma-do del duque.
Más CUÁ CUÁ.
Y mientras seguimos siendo el hazmerreir del mundo. aquí  parece estar pringado hasta el apuntador. Pero oiga, no me malinterprete, ¡la Infanta no sabía nada!

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