jueves, 1 de noviembre de 2012

UN PLAN SENCILLO

Esta noche estuve pensando en todas aquellas personas que son desahuciadas y tienen que abandonar su casa. Da igual si ésta es grande o pequeña, lujosa o modesta... es tu casa. Es terrible saber de tanta y tantas familias que son despojadas de sus casas, de la insensibilidad de los bancos, de lo absurdo de las leyes. La dación en pago se sigue contemplando como una utopía cuando el sentido común hace que parezca lo justo. Lo justo, he ahí la cuestión, ¿qué es lo justo? Esta tarde escuchaba en la radio que el BBV había ganado no-se-cuántos miles de millones de euros (en Google encuentro que han sido 1.656 millones sólo en los primeros nueve meses del año). Aún así la dación en pago, repito, sigue sin legalizarse. Los Gobiernos, evidentemente, saben quién tiene la sartén por el mango.
Pensaba en los desahucios mientras disfrutaba esta noche de un plan sencillo, un plan de noche de Halloween, de víspera de Todos los Santos, de Finados o como quieran llamarlo. Un sencillo plan que consistió en colocar un DVD en el reproductor, en este caso la versión que de Rigoletto presentó el Metropolitan de NY en 1977, con Plácido Domingo, Cornell Macneil y Ileana Cotrubas), sacar una Coca Cola light de la nevera, dos tostadas con queso provolone, jamón de pavo y un chorrito de aceite de oliva y sentarme en el chester a disfrutar del libro "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven", de Albert Espinosa. Leí durante toda la ópera y casi lo termino, pero no, dejaré el final para mañana. Ahora quiero terminar de actualizar el blog e irme a la cama pues, aunque mañana es día de fiesta, quisiera levantarme temprano y aprovechar todo el día para dibujar en casa y terminar, o al menos intentarlo, una reforma en la que ando metido. La alerta por vientos y lluvia en mi casa casi ni se ha notado y la noche está fresca pero seca. Suena el aria "Tutte le feste al tempio" de Rigoletto en mi cuenta de Spotify y mis perras están ya como un tronco. Mañana será otro día.

Recuerdo como si fuera hoy cuando ella me dijo: <¿No deseas poder ser feliz en todos los aspectos de tu vida...? ¿No tener que aceptar nada que no te agrade...? ¿Sentir que la vida es controlada por ti en lugar de ir a rebufo de ella en el vagón 23...?>
No respondí...
Sólo resoplé, resonó un montón de aire saliendo de mi nariz y apareció mi diente roto tras una sonrisa de esperanza.
Y no dije nada, porque cuando llevas años aceptando que tu vida es lo que te pasa y no lo que originas... Pues, lamentablemente, te acabas acostumbrando.
Seguidamente ella añadió: <¿Conoces una vieja canción que dice “Si tú me dices ven lo dejo todo?”>.
Volví a afirmar en silencio; no me salían las palabras, la emoción me tenía atrapado. Mi garganta era incapaz de crear sonido alguno.
Ella continuó: .

"Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven"
Albert Espinosa
Rigoletto, G. Verdi.
*Tutte le feste al tempio
(Cornell Macneil & Ileana Cotrubas)
MET-1977

*Si tú me dices ven (Lodo).
Los Panchos

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