miércoles, 18 de abril de 2012

LEVÁNTATE Y ANDA


El Rey se ha disculpado y, como al césar lo que es del césar, es un gesto que le honra y más si pensamos en lo difícil que debe ser hacerlo para alguien que se cree por encima del bien y del mal; ahora le falta disculparse ante los socios de WWF (antigua ADENA). La pena es que, por mucho que ponga cara de arrepentido, ¿quién le devuelve la vida al pobre elefante? 
Rajoy, raudo desde México, ha vuelto a ensalzar la figura de Juan Carlos I con el consabido "es el mejor embajador que tenemos" y bla bla bla, pero lo que es un hecho es que nuestro mejor embajador es un salvaje mataelefantes, que ha hecho el ridículo internacionalmente, de lo que, por supuesto, Rajoy ni habla, y que, como lo cortés no quita lo valiente, tendrá sus virtudes pero también muchos defectos, y al ser un personaje público que vive de nosotros no se pueden ni deben obviar sus meteduras de pata. A lo bueno ¡chapó!, pero a lo malo... Le auguro tiempos oscuros a esta nuestra monarquía, como diría el Sr. Cuesta.
Repudio mundial recibe el rey de España por cazar elefantes
Piden que renuncie a la presidencia de organización que protege el medio ambiente...y a los animales.
http://ww.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20120416/pags/20120416183144.html
 
Las redes sociales repudiaron el hobby del rey quien luce orgulloso sus trofeos de caza, como se puede observar en la foto difundida en la publicidad de la agencia que le organiza los safaris al Africa.
Este sábado conocimos una noticia que nos dejó atónitos por la crudeza mostrada: el rey de España Juan Carlos de Borbón andaba de safari en Botswana. África, hasta donde se dirigió para practicar uno de sus pasatiempos: cazar elefantes.
Así tal cual, dentro de sus hobbies se encuentra este bastante horroroso, ya que recordemos que son animales en peligro de extinción y que frente al poderoso rifle de los cazadores, entre ellos el rey, no pueden defenderse.
La imagen del rey junto a su guía y el elefante muerto, fue publicada por la empresa Rann Safaris en su página web a modo de publicidad, con lo cual las redes sociales no hicieron más que estallar frente a lo ocurrido, por ello el sitio web fue cerrado a mediodía, hora española, del sábado, debido a los insultos de distintas personas en el mundo.
Por ello, no resulta extraño que más de 15.000 personas (80.000 hoy miércoles 18 de abril) exijan que el rey deje de ser el presidente de honor de la organización medioambiental Adena-WWF. Mediante una petición en la plataforma Actuable, piden que el monarca, quien se recupera del accidente sufrido este sábado en Botsuana, donde se encontraba de viaje de caza, renuncie a su cargo o sea destituido por la filial de WWF en España.
"El rey estaba cazando elefantes. Y no es la primera vez", se lee en el texto para recoger firmas, en el que añaden que ven estas prácticas incompatibles con el trabajo de una asociación que trabaja contra la degradación medioambiental y "por un futuro en el que el ser humano viva en armonía con la naturaleza".
Además, el pasado domingo, mientras el monarca era intervenido para que le implantaran una prótesis de cadera, las redes sociales se llenaron de críticas a su afición, muchas de ellas acompañadas de fotografías en las que aparece posando con algunos de sus trofeos de caza.
Cabe señalar que World Wildlife Fund (WWF) trabaja activamente en la conservación de especies protegidas como los grandes simios, los cetáceos y los elefantes. Pero, al tratarse de una institución conservacionista (no animalista) no está en contra de la caza. Aunque los elefantes son tratados como una especie en peligro de extinción para el comercio internacional de animales, los convenios establecen excepciones como la caza deportiva y permiten cuotas anuales en diferentes países.
Por su parte, en Botswana, el país africano con mayor población de elefantes, el año pasado se dieron permisos para asesinar al 0,3% de la especie: 400 ejemplares. Es la razón por la que WWF no se opone a la caza de "trofeos" en zonas como esta, sobre la que ha llegado a pronunciarse afirmando que dichas prácticas "no suponen ningún cambio en la población del elefante africano de Botswana".
Frente al debate de la polémica en las redes sociales, WWF España aseguró en su cuenta de Twitter que "hará llegar los comentarios" a la casa real y "reitera su compromiso con la conservación de los elefantes".

Reacciones en Chile
Como era de esperarse, tras saberse la noticia sobre la cacería en la cual se encontraba Juan Carlos de España, los usuarios de las redes sociales mostraron su total rechazo y repudio a esta actividad.
En Twitter rápidamente se transformó en uno de los temas más comentados, donde primero insultaron al rey y luego comenzó una campaña para que deje de ser el presidente de honor de la organización medioambiental Adena-WWF.
En conversación con Cambio21 Patricia Cocas de Pro-animal Chile, dijo que "lo encuentro tremendo, de una crueldad y una falta de sentimiento enorme. Entretenerse en base al sufrimiento de un animal, porque en la caza obviamente los animales sufren por que son perseguidos y eliminados, lo encuentro de una brutalidad sin nombre. Ese rey se quedó en los tiempos cuando la monarquía reinaba toda Europa, porque esto no puede ser y con mayor razón en Europa que es un continente que en el tema animal están tan adelantados con normas que los protegen, entonces lo encuentro tremendo".
"El rey, se supone, debiese dar el ejemplo, entonces que él haga esto, lo encuentro de una falta de ética, de una inmoralidad. No tenemos ningún respeto por las personas que practican caza, entretenerse en base al sufrimiento de un animal, gozar mientras martas a un animal y estamos hablando de elefantes que son extremadamente inteligentes, ellos se protegen, se cuidan, incluso tienen cementerios de elefantes. Son animales que tienen una gran inteligencia, gran sensibilidad, entonces lo encuentro inaceptable", señala Cocas.
Por último señala que "yo creo que a él le gusta, que no está ni ahí con los animales, pero por último debiera pedir disculpas públicas y comprometerse a no hacerlo nunca más, aunque sea de los dientes para afuera, porque claramente no le interesa. Nuestra opinión es que la caza debiese estar prohibida en el mundo entero y de cualquier clase de animales".

Carta de un elefante
En el sitio web del diario El país el periodista Juan Arias publicó una carta donde queda de manifiesto el completo rechazo al actuar del rey.
Con el siguiente encabezado, Arias relata cómo le llegó esa carta y su misión con ella:
Majestad, acabo de recibir una carta de un elefante de Botswana con el ruego de que se la haga llegar. No sé aún por qué escogió a este periodista para dicho trámite. Quizás porque los elefantes son uno de los animales con mayor memoria y él recuerde que cuando su Majestad era aún Príncipe y yo trabajaba en los servicios culturales de la RAI-TV en Italia, después de haber prometido no seguir escribiendo para España en protesta contra el proceso de Burgos, durante la dictadura franquista, me pidió para ir a conversar con Usted y su esposa la entonces Princesa Sofía.
De cualquier modo, con el respeto que me merece su Majestad y lo que ha representado y representa para la consolidación de la democracia en mi país, a pesar de no ser ni monárquico ni republicano, me atrevo a enviarle esta carta del anónimo elefante de Botswana que ha llegado a mis manos.
A continuación la misiva:

CARTA DEL ELEFANTE
Señor Rey de España:
Soy un elefante de Botsuana, el país africano en el que me dicen que su Majestad ha estado recientemente para descansar de sus fatigas, cazándonos en un safari. Los elefantes somos mansos, aunque fieros cuando nos atacan. También nuestros dioses, los de la sabana, son dioses buenos, no vengativos, aunque sí celosos de sus habitantes.
Quizás por ello, han querido reservar su vida, importante para su país, aunque han querido advertirle con su caída y sus fracturas en el campamento desde donde salía para cazarnos, que sería mejor ya para su Majestad que ha vivido ya más de lo que vivimos uno de nosotros, dedicase su tiempo a otras cosas, en vez de venir a matarnos.
Por ejemplo a seguir a esa España que se está desmoronando económicamente, a ese 52% de jóvenes que sufren el aguijón del paro después de tantos años de estudios, o simplemente a disfrutar de ver a los animales correr y divertirse en su habitad natural, pero sin escopetas, con las manos vacías o llenas de flores.
Nosotros sabemos que no ha hecho nada ilegal viniendo y pagando muchos miles de euros para matar a uno de los nuestros. Se lo permiten las leyes de mi país. Para muchos, matar gratuitamente animales es como lo era antiguamente cazar a lazo a los negros o indios para esclavizarlos.
¿Pero basta que algo sea legal para realizarlo? Existen también las leyes del corazón, no escritas, las de los sentimientos humanos, que dicen por cierto que son superiores a los nuestros y existen ciertos ejemplos que un Rey debe ofrecer de su vida incluso privada.
Su Majestad, desde su primer discurso como Rey, afirmó que quería serlo de todos los españoles. Yo sé que en España hay aún mucha gente que no se importa de ver sufrir o morir a los animales y que hasta se divierte observándolo. Pero existen también millones, sobre todo de jóvenes, que aman a los animales, que quieren protegerles y conviven con ellos. A esos millones de españoles, no creo que les guste especialmente la imagen de su Rey llegando a esta África, que es nuestro territorio, escopeta al hombro, para distraerse disparándonos sin que podamos defendernos.
Nos han dicho, Majestad, que posee una de las mejores colecciones de escopetas de caza que existen. ¿Podemos hacerle una sugerencia? Haga de ellas un museo y anuncie a los españoles, que su Rey ya no va a matar a ningún animal y que los años que aún le queden de existencia- que le deseamos sean aún muchos más de los que nosotros vivimos, los va a dedicar a distraerse a favor de la vida y no de la muerte.
Sabemos que nosotros, los elefantes, como el resto de los animales, no tenemos derechos. Nacemos para ser cazados y muertos. Pero queremos recordarle que nosotros no hacemos mal a nadie. Somos sensibles y humildes y hasta nos parecemos a ustedes los Homo Sapiens. Dicen los zoólogos que somos de los pocos animales que respetamos a nuestros difuntos y de los pocos que saben reconocerse, como los humanos, en un espejo.
Es verdad que quizás para ustedes los humanos los elefantes seamos inútiles, no somos indispensables para nada, pero, no por ello deben tener el derecho de matarnos. También las monarquías hoy- y lo digo con todo el respeto- aparecen inútiles para muchos y no por eso se hace la caza a los reyes y reinas.
Y hablando de reinas, nos gustaría saber qué piensa su discreta y querida reina Sofía de su amor por la caza de elefantes. Ella como mujer y como madre, debe saber que en nuestra organización en la sabana, vivimos un reino matriarcal. Ellas, las elefantas, organizan y dirigen nuestra comunidad. Son madres amorosas, dan de mamar a sus hijos durante tres y hasta cinco años y sufren como ustedes los humanos cuando se los matan por capricho.
Por último nos gustaría que sus nietos y biznietos, Majestades, un día consiguieran divertirse sin necesidad de venir a África a cazarnos y arrancar nuestros colmillos de marfil para adornar los palacios reales con sus trofeos de muerte.
Quizás, ni queriendo podrán ya hacerlo porque quedamos sólo 30.000 elefantes en todo el mundo y al ritmo con el que nos matan, sus nietos ya no tendrán como hacerlo, porque habremos sido extintos. Tendrán que conformarse con cazar cucarachas que al parecer tienen un millón de años y resisten hasta a las radiaciones atómicas. Nosotros, no. Somos más grandes, pero más frágiles. Quizás por ello nos amen tanto los niños a los que les gusta divertirse con nosotros. Vivos, no muertos.
Sólo desearle, Majestad, en nombre de nuestros dioses, que se recupere pronto del susto que le hemos dado, que no era para matarle, sino para hacerle pensar que sería mejor para su Majestad, que a la hora de dejar este Planeta, los elefantes que aún estemos vivos, podamos llorar por usted en vez de alegrarnos por haber perdido a un verdugo.
Los vientos de la selva son misteriosos, Majestad. ¿Por qué no nos regala sus escopetas en vida? Con respeto y en nombre de todos los elefantes de Botswana.

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