viernes, 17 de febrero de 2012

BROOKLIN Y BEIRUT

Una tienda: Brook Farm (Nueva York, Estados Unidos)
 
En una tranquila calle residencial de Brooklyn, bajo la sombra del puente de Williamsburg, está la Brook Farm General Store (www.brookfarmgeneralstore.com), una tienda de barrio que vende cosas para la casa y que parece mucho más antigua de lo que es ?lleva dos años y medio abierta?. El equipo formado por Chris Winterbourne y su mujer Philippa abrió Brook Farm para trabajar en el proyecto como pareja y es su enfoque personal lo que le otorga encanto.
Tras abandonar sus carreras en la televisión (Chris) y en la moda (Philippa), la pareja construyó el sobrio espacio de paredes blancas en 2009 en la planta baja de un edificio residencial más bien soso. "Hay un gran contraste entre el exterior y lo de dentro", dice Chris Winterbourne. "A menudo la gente se sorprende al entrar".
Con los estantes llenos de objetos como suaves toallas tunecinas de hammam, velas americanas de cera de abeja, cepillos suecos para el cuerpo y mantas de lana ?de Tourne, su propia línea? la formación de los Winterbourne y su vida familiar influyen también en lo que ofrece Brook Farm.
Mientras que los clásicos platos franceses para mantequilla y los vasos de Duralex revelan que las raíces de la familia de Chris están en el sur de Francia, la creciente selección de juguetes de madera da pistas sobre el último que se ha sumado al clan, su hijo pequeño Arlo.
"Creo que nuestros clientes aprecian de verdad el esfuerzo que hacemos", dice Chris Winterbourne. "Las tiendas grandes son un lío; hay demasiada gente a cargo. Aquí, cuando trabajamos duro vemos la recompensa directamente".

Una calle: Gemmayzeh-Mar Mikhael (Beirut, Líbano)
 
Como muchos otros lugares del mundo, Beirut está perdiendo su encanto a medida que las franquicias se apoderan de las calles principales y se construyen pisos estandarizados. Por suerte, la monotonía globalizada no ha llegado todavía a la calle mayor del barrio de Gemmayzeh ni a su extensión en Mar Mikhael.
Es cierto que los restaurantes y bares toman cada noche la zona cuyo nombre procede del sicomoro local, pero no hacen más que añadirle carácter y vitalidad juvenil, pues llega el día siguiente y vuelven los comercios a vender de todo, desde manakish ?el desayuno principal? hasta antigüedades.
Hay un arraigado sentimiento vecinal en el barrio, tanto en los elegantes creativos que se han mudado aquí en la última década como en aquellos que ya llevan mucho tiempo. Este apego ayuda a proteger la zona de los promotores inmobiliarios interesados en sacar ventaja del encanto del barrio.
Aunque se estén construyendo edificios altos, la arquitectura sigue siendo el atractivo visual de Gemmayzeh, con sus bloques de apartamentos de ventanas abovedadas y azulejos coloristas que datan de la época del mandato francés.
PUNTOS CON MÁS ENCANTO
1. El carácter de la arquitectura es caótico y deja ver su uso a lo largo del tiempo.
2. Los cafés y bares diminutos, viejos y nuevos, que hay entre las tiendas.
3. La mezcla de residentes: todos ellos afirman sentir gran apego por la calle yel barrio.

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