jueves, 1 de diciembre de 2011

UNA ESTUPIDEZ COMO OTRA CUALQUIERA

El Mundo y la maldición de llamarte como tu padre
Por Irreductible. 27/11/2011 @ 13:28

Hay algo que no puedo negarle a todo este mundillo de pseudociencias y terapias alternativas, y es la capacidad de sorprenderme. No sé, personalmente, es algo que me maravilla. Y lo cierto es que no sabría explicar si es por la increíble imaginación de alguna gente para inventarse los disparates más absurdos, o si en realidad es por la existencia de gente que de verdad los cree.
La última de mis sorpresas me la regala El Mundo, en lo que parece ser es una sección de vida y salud, o algo parecido, o todo lo contrario, llamada “Vivir en ti“… No me miréis, yo aún estoy dándole vueltas al título y preguntándome si se puede vivir de otra manera. Vivir en ti… Acepto sugerencias de gente que viva en otro sitio.
La cuestión es que la tontería de hoy es “El riesgo de poner a los hijos el nombre de los padres” y nos pone sobre la pista sobre otra pseudociencia llamada “psicogenealogía” y sus conexiones con la “psicomagia” del gurú del misticismo interior, Alejandro Jodorowsky.
"La psicogenealogía es el estudio del inconsciente familiar a través del árbol genealógico, en el que se originan mucho de los problemas de cada uno de nosotros y donde conviven tanto nuestras posibilidades de realización como los guiones de nuestro fracaso. Así lo asegura el fundador de este movimiento en los años 80, Alejandro Jodorowsky, quien ve en la psicogenealogía la posibilidad de liberarse de los antiguos anclajes tóxicos que actúan sobre las personas y sobre familias enteras de forma inconsciente".
Y la cosa es seria… no se vayan a creer, y ya nos lo avisan desde el primer párrafo:
“¿Te llamas como alguno de tus progenitores o como algún familiar? Ten cuidado. Es posible que estés viviendo un destino que no te pertenece, marcado al ponerte ese nombre".
¡Cuidado! podrías estar viviendo un destino que no te pertenece… Al parecer el artículo se basa en evidencias científicas y casos demostrados como que hubo una vez un tal José que se llamaba igual que su padre José y las pasó canutas… no se crean.
Además, para darle más credibilidad si cabe a esta sarta de memeces siempre es bueno que aparezca algún personaje con criterio y apariencia científica… y es aquí dónde entra un psicoterapeuta llamado Jorge Llano que se muestra verdaderamente expeditivo:
La recomendación de Llano es contundente: “Nunca se deben repetir los nombres en la familia”. ¿Qué hacer cuando el daño ya está hecho? La solución es que la persona que se llama como algún ascendiente tome conciencia de que tiene “una capacidad para torcer el destino, para volver al alma de la familia y recuperar el sentido profundo de la existencia de la misma.
Como se puede ver en el artículo, si usted se llama como algún familiar… el daño ya está hecho y a partir de ahí, lo único que queda es voluntad para volver al alma de la familia y recuperar el rumbo de su vida haciendo mucho esfuerzo… imagino que visitando la empresa que él dirige, asististiendo a alguno de sus cursos o matriculándose en el Instituto que tan magnánimo psicoterapeuta ha abierto para tal efecto y que El Mundo enlaza…
No olvide traer su mente abierta y su cartera llena… ellos sabrán cómo ayudarle a sobrellevar el peso de su nombre.

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