lunes, 17 de octubre de 2011

ESPAÑA CAÑÍ

Los certificados médicos más absurdos
Por: Esther Samper
 
Desde fuera, la labor del médico suele percibirse con una visión muy romántica (en algunos casos particulares, también satánica): El galeno atiende al paciente, charla con él para deducir un diagnóstico, pide algunas pruebas si hacen falta, le pauta un tratamiento y, si es necesario, se hace un seguimiento. Así es, en teoría y en general, el día a día del médico.
Sin embargo, pocas personas fuera del ámbito sanitario se dan cuenta de que prácticamente todos los pasos anteriores van acompañados de sus correspondientes papeleos. De hecho, a no pocos les sorprenderá el siguiente dato: ¿Sabían que, de media, un 33% del tiempo del médico de cabecera en España lo dedica a la burocracia cuando usted acude a consulta?
Rellenar informes, historias clínicas, recetas, certificados, solicitudes, partes… El papeleo constante ocupa una gran parte de la rutina del médico y la tarea es aún mayor entre los médicos de atención primaria. Tanto es así, que en los últimos años se han formado varios grupos e iniciativas Antiburocracia para intentar frenar el aumento constante de los papelitos a rellenar.
Sin lugar a dudas, es necesario y beneficioso para el paciente dejar por escrito algunas de las tareas médicas (la historia clínica, por ejemplo, es un documento fundamental) pero una cosa es eso y otra la proliferación de documentos absurdos que entorpecen la labor médica en lugar de beneficiarla. Aquí podemos englobar a los archiconocidos justificantes de asistencia y, sobre todo, a múltiples certificados médicos solicitados por causas rocambolescas.
Y es que la presión “burrocracil” no viene sólo desde los gestores y la administración sino también desde la sociedad. Quién no se lo crea que lea los siguientes ejemplos:

“Solicitud de certificado que justifique que una niña de religión musulmana no puede comer cerdo”
“Petición de grupo sanguíneo para acudir a la guardería”
“Certificado de ausencia de déficit de audición para ingresar en la Escuela de Música"
“Solicitud por parte de determinado consulado, de “aptitud para contraer matrimonio”"
“Certificado de padecer alergia solar que justifique la colocación de luna tintada delantera en su vehículo tuneado, antes de pasar la ITV”
“Certificado de padecer hipertensión arterial para no asistir a una mesa electoral como presidente”
“Un paciente de 15 años solicita certificado de que padece un herpes labial para no presentarse al examen de saxo”
“Panadera pide justificante para no utilizar gorrito por una dermatitis del cuero cabelludo, aunque en un alarde de sinceridad confiesa que lo que pasa es que se le estropea el peinado”…
Pueden leer más sobre la burocracia en las consultas y más ejemplos llamativos en la genial presentación de la Dra. Rosado en: Papeles en las consultas. Muchas gracias al Dr. Casado por dármelo a conocer mediante Twitter.

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