viernes, 19 de agosto de 2011

PAPA, PAPA, PAPA, PAPA...

Escucho en la radio, en un dial conservador, la llegada del Papa a El Escorial. En el panegírico que la locutora, de nombre Cuca, hacía sobre el susodicho, me llamó la atención que repetía hasta la saciedad, entre Santo Padre y Santo Padre (me gustaría que me explicasen el porqué de su santidad automática), que era el jefe de todos los católicos del mundo y que era la religión más universal.
Estudiemos sus palabras.
Si centramos la búsqueda en cristianos o no, nos encontramos que sólo el 33% de la humanidad es cristiana, frente al 67% restante, divididos estos entre:
Musulmanes 20%.
Hindúes 13%.
Budistas 6%.
Judíos 1%.
Otras religiones 13%.
Ateos y no creyentes 14%.
De este 33% de cristianos no todos tienen al Papa como cabeza de la Iglesia. Recordemos que podemos dividir a los cristianos en otros tantos grupos: Católicos, Ortodoxos, Protestantes, Luteranos, Episcopalianos, Presbiteranos, Metodistas, Bautistas, Discípulos de Cristo, Pentecostales, Salvation Army, Testigos de Jehová,  mormones, Congregación Mita, Quakeros, etc., etc, etc.
Así pues, seamos serios, ¿cuánta gente nos queda católica-romana en el mundo? Desde luego, y ni por asomo, el Papa es la cabeza visible de la religión más universal. Aunque ya se sabe, si repetimos una mentira una vez tras otra al final termina convirtiéndose en "verdad".

Una web interesante acerca de las religiones en el mundo:

Por otro lado leo extrañado continuamente la supuesta persecución a los "creyentes" en España. ¿Pero de verdad alguien se cree esta estupidez? ¿existe persecución en Europa a las religiones? El que crea que es así que eche un ojo a países como Irán, Egipto, China... ¿Dónde está pues el quid de la cuestión? bajo mi punto de vista es claro, la Iglesia no acepta los cambios de estos últimos cambios en donde hemos pasado de un régimen dictatorial católico-apostólico-romano a uno moderno, aconfesional y donde la religión no marca la vida política. Un país donde las leyes las dicta el Parlamento y no el Papa o el obispo de turno, donde se puede llegar a que el país obtenga grandes avances sociales, donde los matrimonios que no se quieren pueden divorciarse, donde las mujeres pueden decidir sobre su propio cuerpo, donde los gays pueden casarse y adoptar, donde uno puede decidir si apoya con sus impuesto a la Iglesia, etc., etc. etc. Y esto no les gusta, qué le vamos a hacer. Yo, personalmente, me siento orgulloso de los logros sociales y el creyente que vaya a sus templos, rece y escuche las arengas, que tiene todo el derecho a hacerlo, pero que no me impongan su religión ni conviertan de nuevo a España en un país rancio.
¿Libertad religiosa? ¡por supuesto!
¿Que la religión se meta en política? de eso nada. Los creyentes y los que profesan una religión, pueden votar según sus propias ideas, lo que les dicte su conciencia, su confesor o quien sea, de manera que ya tienen a sus representantes en el Parlamento. ¿Qué pasaría si otro Presidente, Primer Ministro, Rey o cualquier figura relevante de un país extranjero viniese a España y fuera tan políticamente incorrecto de criticar las leyes aprobadas por el Parlamento, o sea por el Pueblo? Pues al papa no sólo se le permite sino que la babosería general con él es ofensiva.
Tendrán que pasar muchas generaciones hasta que España sea un país donde la religión sea sólo algo más. Ya se sabe... donde hubo siempre queda.

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