sábado, 9 de abril de 2011

JUAN CRUZ EN SU BLOG

Lo que no se entiende

He visto las imágenes y he visto las pancartas de la manifestación contra Eta y he pensado que he cambiado por un rato de país, de espacio vital, de lugar donde se producen las noticias, y además me he equivocado de noticias. La manifestación se organizaba contra Eta, y como bien dice Carlos E. Cué en su crónica de elpais.com, fue en realidad una manifestación contra el Gobierno; en algún momento señala Cué que había una pancarta que equipara a Zapatero con Eta y se pide cárcel para Rubalcaba. Las noticias explican que el Gobierno recibe el apoyo del PP porque está haciendo contra Eta lo que tiene que hacer; y, además, como eso es así, mantiene con el partido del Gobierno un pacto en Euskadi. Lo que es evidente, también, es que la Eta está siendo acorralada como nunca, levanta su pata ponzoñosa cada vez con más dificultad, y sus zagueros han sacado bandera blanca. Todo ello, porque la actividad policial ha dado sus frutos, según dicen los de la bancada gubernamental y los de la bancada de la oposición. Y, sin embargo, se monta esta manifestación contra Eta y resulta que es una manifestación contra el Gobierno. No es que no se entienda, es que se entiende. Y lo que resulta bochornoso es que se entiende demasiado, se ve de manera demasiado grosera que ahora ha tocado el silbato para que incluso se traten de presentar como deplorables las cosas que la oposición salva de la actuación del Gobierno, aunque es cierto que salva muy poco. Independientemente de la instrumentación política de la manifestación, da lástima ver a tantos ciudadanos que seguramente tienen buena voluntad gritando con fuerza algo que no tiene sentido tal como están las cosas. ¿Contra el Gobierno o contra Eta? Si es contra el Gobierno tendrían que haberlo dicho, porque lo que no resulta equivalente hoy es decir que yendo contra el Gobierno se va contra Eta. No resulta equivalente porque es mentira, y ese grito responde a una manipulación mentira de la realidad. A no ser que nos hayamos equivocado de país y de información. Machacar al Gobierno con datos falsos puede ser propio de los medios de la ultraderecha, que ya lo hacen, pero manipular a las víctimas del terrorismo para hacerles gritar lo incierto produce vergüenza y activa los mecanismos de la melancolía indignada.

Juan Cruz

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