Les hablaba de la gala lírica de anoche. Pues bien, para no dejar el coche el el parking, continuando con mi política de ahorro (-aquí los aparcamientos son realmente caros y yo, me temo, soy adicto a ellos pues odio conducir en Santa Cruz-), y ya que era sábado por la tarde-noche, opté por dejarlo cerca de casa de mis padres que, aunque lejos del teatro, me permitía darme un paseo por el Santa Cruz navideño. Dicho y hecho, aparqué sin mayores problemas y me dispuse a dar un garbeo por el centro mientras caminaba, sin prisa, hacia el teatro.
Pasaba cerca de la librería La Isla, donde tengo ficha de cliente, y noté cómo algo me llamaba. Me fijé bien, agucé el oído y descubrí que quien lo hacía era un libro titulado "El Nueva York de las películas de Woody Allen". Sobre la marcha llamé a mis hermanos, por eso de los regalos conjuntos para Reyes, y una cosa llevó a la otra. Cuál no sería mi sorpresa cuando al pagarlo me dicen que tenía un libro de regalo por las comprar anteriores, por lo que escogí el mismo libro. Anoche, al meterme en la cama, comencé a ojearlo y voilá, otra vez me muero de ganas por volver a Nueva York. Si te gusta el cine, la ciudad o ambas cosas, disfrutarás del libro, te lo aseguro.
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