sábado, 16 de octubre de 2010

VIVAMOS LO NUESTRO

*No te olvides de mi.
Diana Navarro
***
Ay que ver como quema la luna, cuando tú no estás aquí,
como pesa la noche en mi cama si me acuerdo de ti.
Ay que ver como duele en mis venas el amor que te di
el sabor de mis últimas penas que pequé para ti
Ay! ay! ay! ay! No te olvides de mi!!
Ay que ver como mata el dolor, el frío y el calor,
como sabe de ingrato el sabor del amor.
Ayyyyyyyyyyyyyy!
Ayyyyyyyyyy!
Ay que ver como amargan los besos que al final me perdí,
como matan aquellos recuerdos que se acuerdan de ti
Ay! ay! ay! ay! No te olvides de mi!!
Ayyyyyyyyyyyyyy!
Ayyyyyyyyyy!
***
Diana Navarro Ocaña nació en Málaga el 21 de abril de 1978. Cantante española considerada como una de las mejores voces del Panorama musical.
Es difícil catalogar su música: Copla, flamenco, saeta, dentro de un concepto pop y a su vez fusionado con ritmos étnicos y electrónicos, con letras llenas de emoción… Sin duda un atractivo para el oyente más exigente.
Una joven desconocida hasta el año 2005, año en el que edita su primer trabajo Discográfico "No te olvides de mi" con un título que no hacia más que presagiar el éxito que le venía encima. Doble disco de Platino con más de 200.000 copias vendidas, más de 120 Conciertos Nominada a los Gramys Latino como "Artista revelación", Premios Ondas como "Artista revelación", Premio del Público Canal Sur 2005, Premio Cadena Dial 2006, Nominada a los Premios de la Música en seis candidaturas, Pregonera de la Feria de Málaga y Malagueña del Año por diferentes asociaciones de su ciudad natal, entre otros muchos premios, son un buen reflejo de la dimensión que ha alcanzado Diana Navarro en este corto periodo de tiempo. "No se olvidó nadie de ella".
Apadrinada por el maestro Armando Manzanero en México, con quien colaboró en su disco de duetos, cantando “Te extraño”, diana ha hecho colaboraciones con otros artistas como Arcángel, Huecco, David de Maria y con el grupo de rock Mago de Oz entre otros.
La canción “Sola” fue utilizada como banda sonora del corto “Voces” La esclavitud del s.XXI, dirigido por Mabel Lozano.
Casi tres años después nos presenta su segundo trabajo discográfico “24 Rosas”, que nace sin espinas, como lo demuestran esas +50.000 copias vendidas, proclamándose disco de Oro en tan solo 7 semanas. 5 Nominaciones a los premios de la música y más de 60 conciertos por toda España que compagina con el espectáculo “ Mujeres” donde tiene el privilegio de actuar junto a Merche Esmeralda, Rocío Molina y Belén Maya, bajo la dirección de Mario Maya, llevando su voz a Nueva York, Washington, Miami, Londres y Paris.
En octubre de 2008 nos presenta ”Camino Verde”. Un trabajo lleno de coplas clásicas con una visión musical actualizada. Lleno de matices vocales y musicales, Diana se crece en el genero que la vio nacer. Molina, Farina, Valderrama, De Triana y Piquer son alguno de los artistas en los que Diana ha encontrado la inspiración para reinterpretar estas joyas de Quintero, Valverde, León y Quiroga, entre otros. La gira comienza el 7 de febrero en Roquetas de Mar y continuará por toda España.
Un dragón que anida en la garganta de esta niña de veinte y algo años todavía. Y antes de que puedas darte cuenta estás navegando por el infinito cielo de su voz de mujer y más mujer y más. Una voz tan antigua como la fe en la madre, ‘la Señora’, a la que su pueblo reza a la manera del Sur, y a la que ella ofrenda las saetas que aprendió a cantar de chica.
Saetas como la saeta inclasificable a la Amargura que casi al final hace Diana y con la que reinventa la continuidad de este disco y con la que lo hace estallar, con la boca llena de historia, partiendo por la mitad la distancia de 2000 años con el ancestro de ese dardo suyo, quejío antropológicamente andaluz, esperando y luego superando los teclados que a la manera de banda sonora describen la más alucinante de las películas que sobre Cristo volvieran a idear, una última tentación, el director ítaloamericano Martin Scorsese o el propio Mel Gibson.
Y después de ese tema alucinante te quedas herido, aunque la herida la cura una balada tierna, esta vez al piano. Pero todavía queda el detalle, el breve aviso a capella del poderío de quien ha ido siempre del flamenco a la copla sobrada de facultades. Y es que Diana va tan nacida de talento que da “Miedo, tengo miedo”, esa copla que tararea la Navarro haciéndonos temblar al final, como si la habitara en su carita de cera el fantasma de una de las grandes. Y se termina el disco. Y llega el silencio. Y ya el echarla de menos. Hay que ver cómo quema la luna cuando ya no está… Pongo otra vez el disco.
No te olvidarás de ella. Se llama Diana Navarro (como se llama de verdad) y no puedes olvidarla una vez que la escuchas: Diana Navarro. Sobre todo si la has visto crecer, y presentarse a concursos como hacen todas, y soñar como todos soñamos, y cantar y cantar y cantar, y cantar. En Feria, en Semana Santa, en televisiones locales, por los pueblos, cantar, de noche y de día. Cantar como sólo, eso sí, puede cantar esta niña de barrio, del malagueño barrio de Huelin, hecho por humildes pescadores como su padre, ‘el Morralla’, junto al mar Mediterráneo.
El mar antiguo que va y viene en el disco desde Turquía hasta Portugal, con el rumor de su viejo oleaje bajo una media luna o una luna llena de fado que riela por su mojada piel de pulmón planetario.
El Mediterráneo y sus sones están en la orquesta y en los arreglos de esta producción con vergüenza torera. Y están los susurros de una sensualidad flamenca, y el calorcito alegre pero elegante de unos besitos zalameros y bailables. Y están el amor, el humor y otra vez el amor, y la huella étnica de una cultura mestiza imparablemente de ida y vuelta, y…Esto es lo que hay, ¡ay, ay, ay!, como canta Diana en uno de los temas. Esto es ‘simplemente’ lo que es este disco.
Un trabajo que busca la calidad encontrándola, que ha huido de la churrería en que a veces puede convertirse la industria musical, y que termina por manchar de aceite refrito el camino por el que luego no puede sino resbalar el talento, aún a riesgo de romperse algo en ese camino, que es el camino más solo del mundo, el camino del artista.
De la artista descomunal que es esta Diana felizmente encaminada con este disco hacia ti. ¡Quiérela! No te olvidarás de Ella.
La Diana que esperábamos multiplicada por sí misma, por su talento inmenso y su verdad emotiva y emocionante.
Hace algo más de dos años que nos sorprendió con la canción Sola de su primer disco No te olvides de mí. Su voz, pasión y técnica saetera, de pura escuela malagueña. De melismas, de poderío, sobrecogedores.
La copla de nuevo siglo, hermanada con la ópera de Maria Callas y la new age de Enya, el fado portugués y el folclore mediterráneo, la melodía norteafricana, el influjo oriental, el flamenco, por supuesto. De melismas, de poderío, sobrecogedores. Diana Navarro, tradición y exploración.
24 rosas, el nuevo álbum de Diana que empezamos ahora a conocer, es mucho más que una continuación del primero. Un salto geométrico al éxito natural. Diana ha vuelto a contar con sus mentores y colaboradores Manuel Illán y Chico Valdivia en la producción y la composición, asistidos por Miguel Ángel Collado, arreglista y musicazo, las letras de Luis Gómez Escolar y las orejas de un excelente técnico de sonido como es Bori Alarcón.
En este sentido continuidad, sí, pero 24 rosas nos trae a una artista crecida, mucho más grande, segura y entusiasmada de sus canciones, de sus sentimientos."¿Estas canciones? Una recreación de lo que quería expresar en cada canción, inspirada en ideas y sentimientos personales o en vivencias o casos de gente cercana. Yo no sé dar letra a mis canciones. Música, sí.
Así que siento la música y lo que me sugiere y se lo transmito a Luis (Gómez Escolar) que lo pone de bonito hasta decir basta. Para transmitir tengo que sentirlo".Diana dice. 24 rosas va más allá del lamento, del quejío que tanto nos conmocionó en el primer disco. Dice Diana que es bueno, que es muy sano llorar las penas, pero que luego hay que entrar en acción.
"Este disco es vitalista, pa' gente con alma, que tira p'adelante". El primer single Mira lo que te has perdío es un primer ejemplo, un zapatazo directo al corazón y al buen sentío.
La orquestación se eleva a las alturas de una artista que a partir de ahora ocupará su lugar correspondiente en el Olimpo de las grandes voces de todos los tiempos. Diana ha enloquecido con la musicalidad de Maria Callas, la capacidad y el desafío.
Y la influencia es más que notable. Cada nota, cada verso están ahí para reinventarse en la garganta juguetona, poderosa de Diana. Y todo eso que su voz sabe hacer no llegaría sin emotividad.Diana es emoción. Emoción cercana, familiar. Todo pasa por su corazón. Esa manera de entonar una pieza de bello que se eriza en Mare Mía procede de la admiración de una hija por su madre. Cantar un Ave María, en vez de Schubert, de la propia Diana.
Prepárense para más canciones que van a formar parte del repertorio de tarareo de muchos seres humanos de España y más allá. Diana se imagina lo que es sentirse madre. "No es madre la que pare, sino la que cría, la que se lo gana día a día" y nos canta Mi niña Tadea. Prepárense para Brindo por ti o Y tú me vas que nos acompañarán en la ducha, en el coche o en el autobús, en la sopa y en el karaoke...

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