Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong... Así empieza la estupenda novela de Isak Dinesen o Karen Blixen, que tanto monta. La primera vez que vi Ngong Hills entraba en Nairobi al dejar el aeropuerto Jomo Kenyata atrás, después de un largo y pesado vuelo desde Madrid. Iba a ser mi primer viaje a Kenya y los ecos de la novela aún resonaban en mi cabeza; la novela, la película y la música. Me llevé el CD de la banda sonora y la ponía cada vez que tenía ocasión, pues en aquel viaje estuve casi todo el tiempo solo, ya fuera paseando por la ciudad (ingenuo que era uno, paseando solo -en mis viajes posteriores ya no lo haría de nuevo-) o de safari en caseta de campaña en Masai Mara. Memorias de África se convirtió desde que la vi en una de mis películas preferidas, y lo sigue siendo hasta ahora. No sé si volveré a Kenya, mi último viaje no fue muy bien, pero sé que la experiencia vivida allí forjó una parte importante de mi forma de ser. Uno no vuelve a ver los animales de la misma manera al volver de África...
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“He mirado a los leones a los ojos y he dormido bajo la Cruz del Sur, y he visto incendiarse la hierba en las grandes praderas, que se cubren de fina hierba verde tras las lluvias, he sido amiga de somalíes, kikuyus y masais, he volado sobre las colinas de Ngong… nunca estaré a África lo suficientemente agradecida por lo mucho que me ha dado”. (Karen Blixen)
me han entrado ganas de volver a ver la peli... creo que me la pondré esta noche :)
ResponderEliminarO incluso, podríamos hacer sesión de cine este fin de semana en casa de Pablo y ponerla :)
ResponderEliminar¿vienes este finde?