Estaba tomándome un café y leyendo cuando una chica en la barra, justo a mi derecha y sin previo aviso, se desplomó como una tabla hacia atrás, cayendo al suelo y golpeándose la cabeza. Rápidamente la intentaron reanimar con agua azucarada pero no reaccionaba.
¡Llamen a una ambulancia! se escuchó.
Aproximadamente a los 20 segundos de caerse fue recuperando la conciencia y preguntó: ¿he roto algo? Según me dicen es fumadora empedernida y se le baja la tensión con mucha frecuencia.
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