sábado, 19 de junio de 2010

GREEN HOLLYWOOD

El desastre ecológico del golfo de México moviliza a estrellas de cine
YOLANDA MONGE - Washington - 14/06/2010

No falla. Hay una catástrofe y todo famoso que se precie de tener buenas relaciones con el medio ambiente o la humanidad aporta su opinión para hacer las cosas. Brad Pitt sigue yendo de vez en cuando a Nueva Orleans a ver cómo avanza
la construcción de viviendas que empezó a levantar con sus propias manos después de que el huracán Katrina acabase con los barrios más depauperados de la ciudad en 2005. De nuevo vuelve a ser Luisiana el foco de atención, aunque en esta ocasión el desastre ecológico se ha extendido a toda la región del Golfo. Y de nuevo un nutrido grupo de actores y personalidades de renombre se ha lanzado a los medios de comunicación para poner el grito en el cielo y recordar a los influyentes mandamases, ya sean de Washington o de las multinacionales, lo que hacen mal. Desde Robert Redford hasta Kevin Costner. Desde el oscarizado director James Cameron -por Titanic, no por Avatar- hasta Victoria Principal, sí, Pamela, la de la serie Dallas, que ha donado 165.645 euros para ayudar en la limpieza del Golfo. El director y actor Robert Redford ha realizado un vídeo de cinco minutos en el que arremete contra las grandes compañías energéticas y asegura que sus esfuerzos por colgarse la etiqueta verde le dan "ganas de vomitar" (lo puedes ver aquí mismo, al final). El actor dice que el peor desastre ecológico en la historia de EE UU debería servir como llamada de atención para que el país deje de depender del petróleo y se centre en el desarrollo de energías alternativas. La cinta muestra algunos de los momentos vividos tras la explosión y hundimiento de una plataforma petrolífera propiedad de BP en el golfo de México. Redford exhorta a los estadounidenses a que "dejen de escuchar la propaganda autointeresada de las compañías petroleras y a sus loros en el Congreso". El actor trabajó en su adolescencia en los campos petrolíferos. Su padre era un empleado de Standard Oil. "Incluso a los 16 años no me gustaban porque sabía lo que pasaba". Como este país es de todos aquellos que tienen una idea que puede ser genial, el actor Kevin Costner se desplazó la semana pasada hasta el Capitolio de Washington para vender una máquina que separa el agua del petróleo y en la que ha invertido más de 16,56 millones de euros. El actor explicó que le impactó tanto la catástrofe del Exxon Valdez en 1989 que decidió "emplear recursos personales para desarrollar un sistema eficaz de limpieza de las mareas negras". James Cameron, considerado un experto en tecnología submarina, asistió al Congreso unos días antes que Costner para exponer una nueva técnica que ponga fin al derrame de petróleo. "Durante las últimas semanas hemos visto con creciente horror y dolor de corazón lo que estaba pasando en el golfo de México, y no podía dejar de pensar que esos idiotas no saben lo que están haciendo", afirmó sin rodeos el realizador.

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