lunes, 12 de abril de 2010

LA FIRMA DIGITAL


Quien me diga que Internet no es una maravilla... Esta noche a las 9, tranquilamente sentado en el despacho de mi casa, me llegan unas certid¡ficaciones de obra firmadas previamente por el aparejador que yo raudo firmo a su vez, digitalmente, y reenvío listas a la contrata. Para todo esto he tardado a lo sumo diez minutos ¡y en pijama! (metafóricamente hablando).
Por cierto, en la foto puede observarse la parcela antes de empezar a construir, a principios del 2007 y cómo va a día de hoy una vez que se han retomado los trabajos tras la quiebra de Mazotti.

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