domingo, 27 de diciembre de 2009

MINIMALISMO

Quienes me conocen saben de mi poca afición al minimalismo, sobre todo si hablamos de decoración o cómo entiendo el espacio habitable. Mis casas han empezado estando casi denudas y poco a poco me han ido pidiendo muebles, cuadros, alfombras, libros, etc. Con el tiempo veo alguna foto que he guardado de cómo eran originalmente mis espacios y los recuerdo con placer y pienso que también estaban bien de aquella manera. No lo cuento como queja pues soy feliz en los espacios donde termino viviendo poque son sencillamente mis espacios.
Todo esto viene a colación de un CD que recuperé esta mañana mientras ordenaba un poco; se trata de la banda sonora de la película "El vientre del arquitecto", de Win Mertens, considerada, al menos por mi, como una de las obras más emblemática del minimalismo musical. No empleo demasiado este concepto porque podría parecer que las composiciones son menos ricas que otras, menos complejas. Nada más alejado de la realidad. Me asombra cómo unas simples frases repetidas, a veces insistentemente, pueden crear algo tan armónico y tan bello.
Al menos en la música me considero, sin duda, un fan ferviente del minimalismo.

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