miércoles, 18 de noviembre de 2009

NZ-1

Queridos todos:
Llevamos sólo unos días en este espectacular país (cinematográfico podría decirse) y hasta ahora todo impresiona. Ahorraré comentarios sobre los vuelos, interminables y muy pesados; sobre la aduana en Los Ángeles, con la parafernalia de huellas dactilares en todos los dedos de ambas manos y el "mire a la cámara", todo para meternos en una sala de espera mientras limpiaban el avión y ponían combustible; el pobre niño que no paró de llorar hasta llegar a Aukcland o lo bien que nos trataron en la aduana neozelandesa, sólo preocupados por la comida que pudieras meter en el país.
Después de ver Auckland, subir a su Sky Tower, pasear y alucinar con el nivel de vida de los lugareños, aparentemente todos marineros, comenzamos el recorrido por la isla norte en estas casas rodantes en donde uno debe cambiar el chip para disfrutar de un espacio tan reducido.
Nueva Zelanda, a primera vista, es un campo de golf inmenso o un bosque en forma de isla. Todo es tan verde que asusta. Extensiones interminables de prados solitarios, vacas, ovejas y caballos; colinas donde es imposible ver el suelo y donde los helechos son tan grandes como palmeras, literalmente; verde, verde, verde. Y labradores, aquí sin duda la raza rey. Hoy, entre otros lugares, visitamos Karekare, la playa donde se rodó "El Piano", y donde el agua estaba congelada.
Acabo esta primera y corta crónica para meterme en la cama porque mañana nos espera un día largo, templo mahorí incluido. Esta noche aparcamos en un camping para reponer baterías, rellenar depósitos previo vaciado, cargar las cámaras, etc.
Espero que todo bien por ahí.
Besos.
Jose

PD. Para muestra un botón:

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